Daniel Sandoval y su Finisterre. Foto: Leopoldo Medina.

León.- Un llamado a leer, a escribir y gozar de la lectura hizo Daniel Sandoval Barba a los asistentes durante la presentación de su libro Finisterre, donde no pasa nada y sin embargo… es una obra de 50 cuentos. 

El  24 de julio en el Museo de la Ciudad, su director, Partido Vite, dio la bienvenida del autor de la obra y explicó a los asistentes que “es un libro que nos acerca a la vida cotidiana de un pueblo en este caso Finisterre, en este lugar el que de alguna manera convivimos, todos habitamos, hay un personaje que se decía anónimo. Aquí está el alma del pueblo y de Finisterre”. 

Señaló que no abordaría más sobre el libro, que prefería darle la voz a los invitados, estando en el presídium la escritora Luz María Rivera Nava, el escritor Daniel Sandoval Barba, el escritor y presentador Carlos Alberto Maldonado y el maestro de teatro Enrique Torres.

El presídium de honor y la presencia gatuna. Foto: Leopoldo Medina

En la obra se aparecen los gatos en varios relatos, de allí que el presentador Carlos Alberto Maldonado portara una máscara gatuna color blanco, para estar ad-hoc con el evento, manifestó su placer de hablar de la obra y su autor.

Sobre Finisterre expresó: “Lugar de usos y costumbres, de hombres y mujeres con la música en la sangre con la culpa de nacer o la alegría de vivir, con la esperanza como compañera de muerte. Tierra de Dios, porque solo él podría crear semejante pueblo. La Religión es parte de su cultura, aunque sea solo para tener a quien culpar o agradecer a alguien”

Sobre el autor de la obra, señaló entre otras cosas: “Hace muchos tiempo nació en Finisterre el niño Daniel, acompañado de sus padres y las tunas de Coahuila, luego los aires del sur con olor a agave y tierra mojada, quedando recuerdos y el asombro intacto”.

Después de 25 años de arduo trabajo, jubilación y júbilo, conjuntando el ocio y el arte se dio una muestra de esta obra e invitó a los presentes a recorrer este viaje de letras para adentrarse en el mundo de Finisterre.

Habla el autor de la obra

Gerardo Partido, titular del Museo de la Ciudad, presentando el libro. Foto: Leopoldo Medina

Sandoval Barba al hacer uso de la palabra, manifestó: “Me preguntan por qué escribo, no sé, no porque sea dueño de la verdad absoluta. Escribo para esclarecer mis pensamientos, para entender, para recordar quien soy, para no morirme del todo, para hablar conmigo y con los ausentes”.

Escribo frente a un café,  haciendo yoga. Escribió en servilletas, en mi libreta viajera, con pluma y con faltas de ortografía,  para no olvidarnos del todo. Lo necesito, sino siento que algo se oxida, se pudre por dentro”.

Se mostró contento de presentar Finisterre en el Museo de la Ciudad, porque son paredes que guardan historias. Dijo que los 50 cuentos, son de cosas de diario, de allí surgieron, por lo tanto todos somos Finisterre.

Dio gracias al público e inclusive antes del cierre de la presentación Sandoval Barba saludó a sus compañeros talleristas e igualmente mostró agradecimiento a sus maestros. “El nuevo reto es escribir una novela. Los cuentos allí están, si quieren leer, bueno. La novela es una tarea mayor”.

El hombre que lloraba piedras

Los asistentes durante la presentación del libro. Foto: Leopoldo Medina

En la ceremonia se leyeron tres cuentos, el maestro de teatro Enrique Torres dio vida a “El hombre que lloraba piedras”. El relato señala que desde niño lloraba, su madre lo reprendió sofocando su llanto y lo recogía en el rebozo: “No llore mi niño. Que aquí los que lloran no le salen bigotes” y mientras disimulaba las piedritas en su rebozo y le cubría el lunar del cuello que tenían al menos 100 niños de Finisterre. Le repetía una y otra vez a Matías: “Los machos no lloran, no sienten”. Matías se acostumbró a aguantarse, a tragar su llanto con todo y piedras.

El otro texto fue “Una Dama”, donde se describen las vivencias de Cuco, quien vestía como una dama y su amigo Lorenzo representaba la ley, policía pues. Se conocían desde primaria y Cuco ya era tremendo. Hoy se sentía especial portando una estola de Armiño, no de Gato como le dijo su amigo Lorenzo.

Por su parte la escritora Luchita Rivera, leyó el cuento titulado “Secretos de Familia”, donde participan verduras y se desarrolla en un ambiente de un mercado. Tras rumores, dimes y diretes resulta la verdad, pero el fin era ocultarlo, aparentar que nada pasaba.

Finisterre es un libro sencillo, con un lenguaje coloquial, párrafos cortos, la obra se lee en un triz.

DMG

 

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