El ilustrador José Ignacio Solórzano (JIS) fue el encargado del diseño visual que dio forma al fantástico mundo de Mineralis.. Foto: Naza PF Teatro del Bicentenario

Brillante, colorida e inmersa en la fantasía, así fue la ópera infantil “Barbaverde en Mineralis”, presentada en el Teatro Estudio del Teatro del Bicentenario Roberto Plasencia Saldaña, donde niñas, niños y padres de familia se dieron cita para disfrutar de esta interesante propuesta escénica.

Con una asistencia notable en el recinto cultural y con música original del compositor jaliciense Ricardo Zohn-Muldoon y un libreto basado en una fábula de su autoría, la obra creó un ambiente fuera de lo común, donde títeres piratas y mares hechos de burbujas, hicieron que el público se dejara llevar por esta historia tan cautivadora.

La dirección escénica estuvo a cargo de Antonio Camacho, quien cuenta con más de cuatro décadas de trayectoria, y logró en este montaje un engranaje perfecto con la música de cámara, la ópera y los títeres, que se unieron entretejiendo un mundo de ensueño donde los pequeños disfrutaron de las aventuras del pirata Barbaverde y su inseparable amigo Peperico.

Cabe mencionar que el diseño visual que dio forma a los títeres y al fantástico mundo de Mineralis fue un trabajo del ilustrador tapatío José Ignacio Solórzano (JIS), impregnando su estilo único a esta obra contemporánea.

 

 

Destacó la interpretación de la soprano Leah Brzyski, que acompañada de la música instrumental del Lydian String Quartet y el guitarrista Dieter Hennings, lograron llevar a los presentes a este singular mundo donde los peces vuelan impulsados por burbujas y Barbaverde cultiva un jardín en su frondosa barba.

La historia cobra fuerza cuando el excéntrico pirata emprende una búsqueda por la legendaria orquídea de luz líquida, junto a su inseparable loro jardinero Peperico y desencadena una aventura que pondrá en peligro el equilibrio de su entorno.

Con un final dramático, donde Barbaverde cae en cuenta de sus errores, el público estalló en aplausos, valorando el gran trabajo que conlleva realizar esta espléndida puesta y el enorme talento de su elenco actoral y musical.

Visiblemente emocionados, los intérpretes saludaron a los presentes, además como un gesto especial, invitaron a las niñas y los niños del público para que se acercaran a conocer a Barbaverde, Peperico y todos sus amigos.

Finalmente, el director Antonio Camacho resaltó la importancia que tiene acercar el arte operístico a las infancias, promoviendo en ellos el gusto por la música, además agradeció el apoyo de la Secretaría de Cultura en la celebración de este evento.

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