La escritora y gestora cultural, simplificó para los asistentes una serie de técnicas en la escritura. Foto: José Luis Miranda.

En marco de la Fenal 36, la escritora Julia Cuéllar impartió el taller “Cómo crear historias desde lo cotidiano”, en el que promovió la escritura creativa y dio a los asistentes las herramientas para el desarrollo de historias, a partir de lo común, en la sala María Grever

La escritora y gestora cultural, simplificó para los asistentes una serie de técnicas en la escritura, en las que a través de utilizar cualquier objeto se puede comenzar a escribir una gran historia.

Con una asistencia de 25 personas, inició con una primera dinámica, los asistentes tomaron un objeto, proporcionado por Julia Cuéllar, para después realizar una historia, donde la pieza se vuelve la inspiración de la misma.

Expusó que la forma en que vemos las funciones de la escritura, tiende a ser una trampa del pensamiento, ya que la gente pone la escritura en un pedestal y con ello se limita, pensando que nunca podrá hacer cosas tan geniales como algún escritor consagrado, siendo que los autores de culto iniciaron como cualquier otra persona.

“Este diagnóstico es para comenzar a revisar cositas que nos detienen al momento de dejarnos libres en la escritura, como dijeron, en el papel podemos poner lo que no nos atrevemos a hablar con una persona”, explicó. 

En la segunda dinámica se alentó a los público a ir por los pasillos de la FENAL y encontrar una situación que los inspirara y con ello escribir nuevamente un relato.

Un momento de la presentación de Julia Cuéllar en la Feria del Libro. Foto: José Luis Miranda

Apuntó que se tiene que leer, no solo libros, sino aventurarse a ver el sol, las montañas, apuntando que no sólo es leer con los ojos, es interpretar el mundo, porque los escritores tienen como su máxima herramienta los cinco sentidos.

Leer, es eso, es interpretar el mundo, es lo que necesita un escritor, para después ir al papel o a la computadora y empezar a escribir imaginando”, dijo.

El tercer ejercicio planteó los nueve tipos de conflicto; el protagonista contra la naturaleza, hombre contra la sociedad, donde los participantes tomaron algunos de ellos para desarrollar sus historias.

Además explicó que está bien tener escritores favoritos, pero es otra trampa, ya que se comienza a imitar el estilo, señalando que se tienen que buscar a otros autores, incluso leer cómics, mangas, ver películas y series, siempre analizando el modo en que expresan el lenguaje.

“Te ejercita estar en modo detective, cazador de mariposas, de niños sorprendiendose con el mundo, esa es la mirada de un escritor, la lectura de un escritor tiene que ser como la de un niño, la de alguien que siempre está dispuesto a asombrarse y sorprenderse”, concluyó.

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