El maestro es una de las figuras centrales de la actividad teatral en México en las recientes décadas./Foto:Cortesía UNAM, INAH y Enciclopedia de Literatura .

Una figura de figuras es Luis Fernando de Tavira Noriega, con más de cincuenta años en el medio como actor, director, creador del Centro Nacional de Teatro y maestro. Recibió en 2024  la medalla José Vasconcelos, censuró la masificación de este arte y convertir al ser humano en una cifra, producto de una catástrofe espiritual y sobre producción industrial de eventos..

El Día Mundial del  Teatro, celebrado cada 27 de marzo, fue establecido en 1961 por el Instituto Internacional del Teatro de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (ITI-UNESCO) y tiene como objetivo promover y crear conciencia sobre el valor del arte escénico  

La obra “La expulsión”, dirigida por Luis de Tavira, habla sobre la expulsión de los jesuitas en México en el siglo XVIII./Foto: Cortesía:UNAM, INAH y Enciclopedia de Literatura.

Esta leyenda viviente del teatro en México y con reconocimiento internacional, nació el 1 de septiembre de 1948, estudió Letras Clásicas y Filosofía en el Instituto Libre de Literatura en Puente Grande en Jalisco.

Fernando de Tavira, fue invitado por Canal 22 para el programa Grandes Maestras y Maestros de la Actuación Mexicana, para que hablará del tema, emisión que fue compartida por el profesor y actor de teatro leonés, Jorge Trujillo.

Trayectoria

Estudió Arte Escénico en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, en donde fue director y fundador del grupo de teatro, Taller Épico. De igual forma, participó en distintos eventos, entre ellos el Festival Internacional Cervantino. Dirigió cincuenta espectáculos en México y el extranjero.

Un joven Luis de Tavira./Foto: Cortesía:UNAM, INAH y Enciclopedia de Literatura.

De Tavira Noriega también estuvo al frente de la Compañía Nacional de Teatro (2008- 2016) y participó activamente en el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) recibiendo de ésta en 2019 una medalla reconociendo su labor académica en la institución.

De entrada, expresó en el Centro Helénico: “yo me dedicó a lo que me gusta hacer -Teatro- y es un placer enorme, que aunque implica mucho trabajo es ante todo un disfrute”. Vive el teatro de todas la forma habidas y por haber, cuando tiene tiempo: “Escuchó música de Mozart, es inagotable”, indicó.

Al ser interrogado sobre la relación música- teatro, expresó: “muchísima, pero con el teatro en general, de alguna manera el teatro nace de la música y lleva a la música a la concreción de los humanos”. Explicó además que la música es puro movimiento y la arquitectura es el equilibrio de las fuerzas en movimiento.

El teatro es el justo medio, ni puro movimiento, ni puro equilibrio”. Es la acción del arte de la vida.

Sobre la utilidad del teatro, el maestro de maestros del arte escénico, especificó: “en este momento, la pregunta es ¿para quién se hace teatro?, lo que resulta un reto mayor en este mundo y en este país, es la existencia del ser humano como espectador de su acontecer”.

El teatro como la ocasión que provoca gozosamente el despertar la conciencia, respecto a lo que está sucediendo”, añadió. 

“Estamos rodeados de barbarie, guerra y miedo, hay más miedo que valores. La tarea del teatro, tiene allí muy clara su finalidad, su razón de ser que no es distinta del origen en que apareció”.

Finaliza el tema aludido con la siguiente frase: “yo creo que al teatro le corresponde ser la ocasión de despertar la posibilidad de la esperanza”. Entre otras cosas habló que el teatro es femino y está comprobado, mientras aparecen diez grandes actrices, solo resalta un buen actor.

Diferencia entre espectador y público

Luis de Tavira en una faceta poco empleada aunque no desconocida: siendo actor./Foto: Cortesía:UNAM, INAH y Enciclopedia de Literatura.

El respetable Luis de Tavira, dijo que el teatro es gregario, se hace en la comunidad: “nadie hace teatro solo, hay que hacer comunidad teatral, está hay que integrarla, constituirla a partir del ejercicio del teatro que no se da, sino se da para el espectador”.

Manifestó Tavira que hay un grave error en: “usar el término de espectador con el de público”. En su tiempo, Lope de Vega hizo teatro con un fin identitario, un teatro para todos: “después se fragmenta y surge teatro para todos, campesino, estudiantil, de calle, etcétera”

Es importante la relación del teatro con su sociedad: “vivimos una catástrofe espiritual. Viene la producción industrial de eventos y al hombre lo convierte en una cifra y aparece la masificación. Que busca la unificación, pero deforma”, sostuvo. 

Advierte finalmente que la superproducción industrial del mercado produce:  “pura basura. Hoy se tiene que responder para quién se produce el teatro. Anteriormente era capacitar a los hacedores de arte escénico, preparar a sus actores y artistas”, finalizó. 

Con todo y todo: ¡Arriba el Telón!

OZ

 

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