Con una solemne misa presidida por el Vicario General de la Diócesis de León, Monseñor Juan Rodríguez Alba, se celebraron los 449 años de la fundación de León y se recordó a su patrono, San Sebasitán Mártir, a quien pidió ayudar a los leoneses en sus tribulaciones.
La Parroquia del Sagrario o de San Sebastián Mártir lució llena de creyentes en todo su esplendor para esta celebración. Al evento litúrgico asistieron la gobernadora del estado, Libia Dennise García, y la alcaldesa Alejandra Gutiérrez, quienes escucharon la misa con devoción.

El párroco del Sagrario, Gerardo García, y más de una docena de curas y párrocos fueron testigos de esta liturgia y de las oraciones elevadas al Patrono de León, para que siempre les preste ayuda y aleje las calamidades de este tiempo.
Se leyó el Libro de la Sabiduría, luego la Primera Carta del Apóstol San Pedro y el Evangelio según San Mateo, donde se habla de la grandeza de Cristo y donde se advierte que si se le niega, Él los negará ante su Padre.
Monseñor Juan Rodríguez Alba aclaró que la ausencia del Arzobispo Jaime Calderón Calderón se debió a un compromiso que tenía con anterioridad en la Ciudad de México. Sin embargo, envió un mensaje de amor a toda la comunidad católica de León.

Durante su homilía, hizo un relato extenso sobre San Sebastián Mártir, patrono de la ciudad, quien se opuso a los emperadores y brindó su vida por Dios. Su imagen es reconocida como mártir flechado.
“Las flechas son silenciosas, sin embargo, hieren, causan dolor y muerte”.
San Sebastián Mártir es invocado contra epidemias y pestes, y es protector de los encarcelados.

Durante su vida, San Sebastián Mártir demostró una entrega total y una fe inquebrantable en Dios. Luchó contra la injusticia, enfrentando a los poderosos de su tiempo, los emperadores.
Su figura milagrosa se encuentra en diversos templos y parroquias de México, comentó Monseñor Rodríguez Alba. Por supuesto, también en León, donde es patrono y donde ahora se celebran los 449 años de la ciudad.
El prelado señaló que las nuevas flechas o flagelos que sufre la humanidad son: “El egoísmo, la maldad, la flojera, la rebeldía contra el orden y contra el mandamiento de Cristo”. Estas flechas, dijo, son más fuertes que las físicas.

Ante esto, siempre debemos implorar a Dios y a San Sebastián Mártir para seguir su camino y ser mejores, exhortó.
Antes de dar la bendición, Monseñor Rodríguez Alba agradeció la presencia de todos y expresó su deseo de celebrar los 450 años de León. Al término de la especial liturgia, los feligreses se mostraron felices.
