Noche de ópera al aire libre en la explanada de la Alhóndiga de Granaditas. Foto: Carlos Alvar-Festival Cervantino

Guanajuato.- La del jueves fue una noche de concierto al aire libre en la explanada de la Alhóndiga de Granaditas, dentro del 53 Festival Internacional Cervantino. En una colaboración entre el Coro del Teatro del Bicentenario y la Banda de Música del Estado de Guanajuato, en una cantata escénica, compuesta en el siglo XX sobre textos medievales.

El tema central de todas las interpretaciones: corales, de la soprano y el barítono: lo cambiante y veleidoso de la fortuna humana, que gira cual rueda de carreta o de molino. 

La máxima representante de este tipo de letras: Carmina Burana, que nos recuerda que los humanos somos simples marionetas de la fortuna, “variable como la luna, siempre disoluble, velada”.

Siempre creces o decreces….La pobreza y el poder se derriten como hielo ante tu presencia. La suerte de la salud y de la virtud están en contra mía…El destino derrumba al hombre fuerte”, las estrofas mundialmente conocidas hicieron vibrar al público en tres ocasiones.

Tanto gustaron, que los asistentes aplaudieron de pie y pidieron que se repitiera.

Pero no fue la única. Entre otras, se contó la historia de un cisne que queda “desdichado, solo, negro y chamuscado”.

La Banda de Música del Estado, bajo la batuta de su director Adalberto Tovar, así como el Coro de adultos y niños del Teatro del Bicentenario, dirigidos por Jaime Castro, cumplieron con creces su presentación en el Cervantino y brindaron una plácida noche de música para el alma.

A ellos los acompañaron Plácido Ávila, tenor y Anabel de la Mora, soprano

DMG

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