Candelabrum fue una buena experiencia para los asistentes y asociaciones. Mayra Ortíz/Candelabrum

León, Guanajuato.– El IV Candelabrum Metal Fest  se consolidó en su cuarta edición como el festival de metal con mayor credibilidad y confianza en México. 

Año con año, la organización entrega a sus fieles “llamaradas” y a las bandas invitadas una experiencia única, donde el vehículo esencial es la música y la oportunidad de descubrir nuevos talentos.

Los organizadores institucionalizaron el: “Solo en Candelabrum” la frase que mejor define al encuentro, reconocimiento compartido tanto por los asistentes como por las agrupaciones que pisan su escenario. 

Hubo lugar para la camaradería. Foto: Candelabrum.

En esta edición 2025, los paisajes sonoros recorrieron desde el trance hipnótico de Hällas hasta la brutalidad de Repulsion en la jornada inaugural; mientras que la segunda noche ofreció la fusión de Pyogenesis y un cierre titánico con los pioneros del death metal, Obituary, que pusieron el broche final a un fin de semana incendiario.

Covenant en escena. Foto: Cortesía.

El festival también abrió espacio al talento nacional y al arte gráfico. Este año, la exposición Hosanna en las Penumbras, de Néstor Ávalos (artista reconocido por su trabajo con bandas como Moonspell o Dark Funeral), acercó al público a una propuesta visual que dialoga con la oscuridad y la música extrema.

El compromiso social volvió a ser parte fundamental. Junto a Brigada Canina, se recolectaron 483 kilos de croquetas, 26 kilos de alimento húmedo, 40 kilos de arroz, 62 litros de cloro, 46 litros de limpiapisos, ocho cobijas y cuatro kilos de carnaza para un albergue. Además, la campaña “Héroes sin Mata”, en colaboración con Alucca, logró la donación de 161 trenzas destinadas a la elaboración de pelucas oncológicas.

“Con estos resultados, León volvió a arder entre riffs y hogueras metálicas. Por ahora, la llama se apaga… hasta que vuelva a encenderse en la siguiente edición del Candelabrum Metal Fest”, compartieron los organizadores. 

 

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