Salamanca.- Desde las 13:00 horas de este lunes 28 de julio, la Estación de Monitoreo de la Cruz Roja, ubicada en la colonia Bellavista, reportó “mala calidad del aire” derivada de la presencia de dióxido de azufre (SO2). La concentración de este contaminante alcanzó los 0.087 partes por millón (ppm) en una hora, por encima del umbral recomendado.
Para evitar riesgos a la salud, el Gobierno Municipal, a través del área de comunicación social, emitió recomendaciones a la ciudadanía: evitar actividades al aire libre, limitar el ejercicio físico intenso, mantenerse hidratado y consultar de forma regular los reportes de calidad del aire de las autoridades ambientales.
El dióxido de azufre es un gas incoloro con olor penetrante. Se genera principalmente por la combustión de elementos fósiles con alto contenido de azufre —como carbón y petróleo— en centrales eléctricas e instalaciones industriales.

La exposición al dióxido de azufre puede provocar problemas respiratorios, especialmente en personas con padecimientos preexistentes como asma. Entre los síntomas más comunes están irritación en ojos, nariz y garganta, tos, dificultad para respirar y sensación de opresión en el pecho. También se ha asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Incluso, estudios han demostrado que el SO2 puede afectar el sistema reproductivo y el desarrollo de las crías en especies animales expuestas.
Advertencia social
El pasado 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, integrantes del bloque ambientalista advirtieron que no se ha atendido a fondo la contaminación industrial persistente que afecta al municipio.
Según estimaciones, desde hace 30 años, al menos tres contaminación por azufre, residuos de Tekchem y el tiradero tóxico del cerro de La Cruz han afectado a múltiples colonias y comunidades ribeñas como San Juan, La Cruz, Los Prietos, Panales y Casa Blanca.

Joel Berlín Izaguirre —presidente del Patronato para el Monitoreo de la Calidad del Aire en Salamanca— alertó que, ante la urgencia de empleo, la población ha priorizado la actividad industrial aún a costa de su salud.
Aunque la Planta Combinada de la Refinería RIAMA lleva meses emitiendo gases contaminantes, ninguna dependencia gubernamental ha intervenido eficazmente. En contraste, la Comisión Federal de Electricidad implementó cambios operativos recientes con beneficios parciales, pero sin un impulso social real y sostenido.
En el caso del tiradero de La Cruz, la empresa QUIDESA depositó más de 40?000 toneladas de residuos derivados del petróleo a cielo abierto. En el predio de la extinta planta Tekchem, afectada por una explosión en 2000, continúan residuos tóxicos que generan olores molestos en comunidades cercanas.
Los ambientalistas alertaron que, mientras no se extraiga el azufre y se sanee correctamente el sitio, la contaminación persistirá y los olores no se controlarán.
JB
