Personal docente de las escuelas de educación básica de Pachuca recibe folletos de prevención de adicciones y guías para adolescentes.
Entre otras cosas, destacan los mitos y verdades de los vapeadores que deben ser conocidos por los potenciales consumidores.
CONTIENEN NICOTINA
En ese contexto, la Secretaría de Salud desestima la versión de que los vapeadores causan menos daños orgánicos que los productos tradicionales de tabaco, como el cigarro.
Afirma que los compuestos presentes en los vapeadores, como la nicotina, el propilenglicol, saborizantes y aromatizantes, producen afectaciones asociadas a la combustión, como la alteración de la oxigenación, dermatitis, quemaduras y lesiones en boca y garganta.
Además, afirma que vapear no es un método efectivo para dejar de fumar.
Esto porque, según Salud, la persona aumenta el número de inhalaciones para recibir la dosis de nicotina deseada.
Por lo tanto, los fumadores de tabaco tradicional incrementan la frecuencia y la duración de las inhalaciones.
DEPENDENCIA Y ABUSO
Salud también niega que los vapeadores no generen adicción o dependencia.
Por el contrario, asegura que existe evidencia de que estos productos generan dependencia rápidamente, debido a su sabor agradable y la baja percepción de riesgo que producen.
Es falso, dice la autoridad sanitaria, que los vapeadores sean productos auxiliares en el tratamiento del tabaquismo.
Afirma que, aunque en un inicio fueron desarrollados como auxiliares, la evidencia documentada pone en duda su efectividad para dejar de fumar.
Salud también desmiente que los vapeadores produzcan daños únicamente en la garganta.
La realidad, afirma, es que los daños asociados al vapeo con nicotina afectan principalmente al sistema cardiovascular, incrementando la presión arterial, la frecuencia cardíaca e incluso podrían desencadenar un paro cardiorrespiratorio, según la autoridad.
