Desde hace unos años Tulancingo se ha distinguido por la labor que han emprendió un grupo de artistas agrupados en MUTU (Movimiento Urbano Tulancingo), con creaciones pictóricas espectaculares que adornan paredes, sin embargo, varios de los murales están descuidados y dañados.
Estos pintores que en un principio se les conocía como grafiteros, tuvieron una evolución importante que ha a varios de ellos los ha llevado a ser solicitados en diferentes puntos de Hidalgo, el país y el extranjero.
También en reciprocidad en ese mismo orden han invitado a más artistas a dejar plasmadas sus obras en Tulancingo, las más como mucho simbolismo de la importante cultura de la región, que data de miles de años con el paso de los primeros habitantes en el continente, como lo muestran las pinturas rupestres descubiertas en Huapalcalco.
Así es como los artistas urbanos van dejando un nuevo legado, que en algunos casos se va destruyendo por la humedad de los muros; pero lo más indignante es que sus mismos congéneres, los que van rayando frases poco entendibles y símbolos parecieran sin sentido para el resto de la comunidad, son los que se han encargado de dañarlos.
