El Hospital General IMSS Bienestar de Tula logró salvar la vida de un bebé prematuro extremo que nació con apenas 27 semanas de gestación y un peso de 900 gramos.

Tras 106 días de cuidados intensivos especializados, el menor fue dado de alta en condiciones clínicas favorables.

Desde su nacimiento por cesárea, el bebé enfrentó un panorama médico complejo que incluyó síndrome de dificultad respiratoria, sepsis neonatal, retinopatía del prematuro y anemia.

Para atenderlo, el personal médico implementó un tratamiento integral con ventilación mecánica, terapia CPAP nasal, nutrición parenteral total y la administración de surfactante pulmonar exógeno.

El éxito del tratamiento fue resultado del trabajo coordinado de un equipo multidisciplinario conformado por pediatras, enfermeras especializadas en neonatología, personal de rayos X y del área paramédica.

El bebé egresó del hospital con un peso de dos kilos 10 gramos y un pronóstico clínico favorable.

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