La pandemia, la subida en el precio de insumos y la falta de clientes han provocado el abandono del oficio. A pesar de la crisis, los lustradores que permanecen lo hacen con lealtad a una tradición de más de un siglo.
La pandemia, la subida en el precio de insumos y la falta de clientes han provocado el abandono del oficio. A pesar de la crisis, los lustradores que permanecen lo hacen con lealtad a una tradición de más de un siglo.