Salamanca. En el templo de Nativitas se ofició la misa de cuerpo presente para dar el último adiós a Dulce Esmeralda Arias, “Meme”, la joven promesa del fútbol salmantino cuya vida se apagó trágicamente en un accidente automovilístico.
El domingo 18 de mayo se despidió entre llanto y dolor a la joven de 21 años que tenía sueños, ilusiones, carisma, vocación por la enfermería y una pasión desbordada por el balón.
“Meme” deja una huella imborrable en cada persona que la conoció.
Familiares y compañeras de equipo portaron una camiseta con su imagen al frente y el número 21 con su apodo en la espalda.
El féretro blanco fue símbolo de pureza, de su espíritu inquebrantable y del amor que la rodeó hasta el final.
Tu palabra me da vida, Señor, en ti confío…”, entonaban los cantos mientras el sacerdote, con voz firme y serena, ofrecía palabras de consuelo: “Nuestra hermana Esmeralda fue llamada por Dios, este no es el final para ella, a partir de este momento empieza su vida verdadera”.

Después de la misa, el cortejo avanzó hasta los Campos Nuevos, el lugar donde Esmeralda demostró grandes dotes como futbolista. Frente a una portería, se colocó el féretro y se escucharon porras. Dos de sus compañeras y un familiar tocaron el balón que rebotó en el ataúd y cruzó la línea de gol.

El último gol de “Meme” fue un gesto simbólico, fue un tributo conmovedor que quedará grabado para siempre en quienes la vieron brillar.
De los Campos Nuevos el cortejo fúnebre partió hacia el panteón Villa de la Paz, donde fueron sepultados los restos mortales de Dulce Esmeralda Arias.
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