…y el globo se volvió a desinflar. Parecía tomar un segundo aire, pero un soplo contundente y cruel, lo regresó a la realidad.
Los Bravos de León son un globo que se infla y se desinfla en cada semana. Hoy, al inicio de la séptima semana de la campaña regular, están por los suelos.
Optaron, por enésima ocasión desde su regreso, reforzar el bateo más que el pitcheo y lo están pagando muy caro. La semana pasada, clave en la Postemporada, quedó más que claro.
Ganaron la serie ante Conspiradores de Querétaro, pero la perdieron por barrida ante El Águila de Veracruz. Dos noches de ensueño y cuatro de pesadilla para un club que parece no encontrar la fórmula del éxito.
¿Qué está pasando? Trataré de encontrar una explicación en La Post Mortem de El Dugout del Gabo…
Serie 10: La conspiración de los Bravos de León bajo la lluvia en el Domingo Santana
Para terminar sus nueve juegos consecutivos en casa, los Bravos de León recibieron a los Conspiradores de Querétaro en la segunda serie que tienen ambos en la campaña 2025 de la Liga Mexicana de Beisbol.
En el primero, Conspiradores agudizó el mal momento de los cuereros. Con dos en el primer inning y tres más en el cuarto, los queretanos le pusieron cerrojo a su victoria de 6-5 con una rayita más en la séptima.
Esto abonó a los pésimos números que presenta la rotación del Bajío, con un Colin Willes que vivió su última apertura en México con ocho hits, cinco carreras, un pasaporte y un ponche.
Y aunque los Bravos se quedaron a una carrera de emparejar las acciones con dos en la segunda y una en la tercera, quinta y octava, el pitcheo volvió a tronar.
Así, de poco sirvió el jonrón de dos carreras de Jimmy Kerrigan y la gran noche de Alberth Martínez, quien se fue de 3-3 con dos anotadas, una remolcada y un pasaporte.
Ya en el segundo, la lluvia y su renacer. Tras un comienzo tardío, el juego terminó hasta la una de la mañana por el agua y su inclemencia en el campo de juego.
Sin embargo, esto no impidió otra sólida apertura del As de la rotación. En seis completas, Faustino Carrera reafirmó su calidad con noche de cinco hits, tres carreras, un pasaporte y cuatro ponches.
Esta salida lo impulsó al triunfo gracias al espaldarazo de Osiel Rodríguez y John Shortridge, que mantuvieron a raya a la ofensiva con apenas un hit, un pasaporte y un ponche.
Al final, con un rally de seis carreras en el primer rollo, donde Jimmy Kerrigan pegó Grand Slam y Jermaine Palacios consumó un Back-To-Back solitario, los del Bajío se dieron un festín y con tres carreras más en la séptima, sellaron el triunfo 3-11.
Quien se volvió a robar la noche fue Alberth (5-3, 2R, 1 RBI), pero lo secundaron Kerrigan (4-2, 2 R, 4 RBI, 1 BB), Palacios (4-3, 2 R, 2 RBI), Chicuate (4-2, 3 RBI) y Pimentel, siendo este último quien tuvo noche perfecta de 3-3, una anotada, una remolcada y un pasaporte.
Ya en el último, el agua que dejó llegar a la legalidad. En el Parque Domingo Santana, solo se jugaron siete completas, pues la Madre Naturaleza hizo acto de presencia en la apertura del octavo rollo.
No obstante, los Bravos alcanzaron a darle cerrojo al juego con un triunfo de 4-10 que se escribió con base a una gran apertura de Josimar Cousin, quien con seis hits, tres carreras, cuatro pasaportes y cuatro ponches, consiguió su primer triunfo en México.
A la ofensiva, de nuevo el daño temprano. Bravos consumó rally de cuatro en el primero y de cinco en el tercero para agenciarse el triunfo y la serie en su casa.
Alberth Martínez siguió respondiendo con noche de 4-2, dos anotadas y dos remolcadas, pero quien se robó la noche fue Aderlin Rodríguez. El dominicano tuvo su tercer juego multi jonrón en la campaña y guió el triunfo número 13 de los suyos.
Serie 11: El Águila paseó al León y lo seminoqueó
Aunque El Águila de Veracruz llegó con el ánimo por los suelos por el despido de su director deportivo Marcelo Garza, la venta de Yangervis Solarte a los Leones de Yucatán, un rival directo en la Zona Sur, y la barrida en Oaxaca ante los Guerreros, salieron ‘bravos’ y borraron a los de León.
En el primero, el pitcheo predominó. Orlando Lara y Derek West se enfrascaron en un agarrón de lanzadores que terminó en la quinta entrada, donde después de cuatro argollas, West terminó por ceder.
Dicha situación se dio gracias a un bambinazo solitario de Pedro Martínez, el intermedialista que guió el triunfo de los suyos en una noche gloriosa del ‘Glorioso’.
Veracruz no cedió. El club del mítico Pedro Meré, quien recién regresó al Puerto Jarocho, anotó una más en la sexta y dos más en la séptima para quedarse con el primero 1-4.
La noche se la robó, sin problema alguno, el veterano Lara. Con 40 años, el veracruzano regresó en grande y ganó un juego después de cuatro años. Lo hizo de manera muy dominante: 7.0 IP, 2 H, 0 R, 0 BB y 10 SO.
A pesar de una buena apertura de dos hits, una carrera, dos pasaportes y cinco ponches, Derek cargó con su tercera derrota del año en una noche para el olvido de la ofensiva leonesa, pues todo el LineUp, salvo Henry Urrutia, se ponchó.
En el segundo y penúltimo, la ofensiva despertó, pero de poco sirvió. Veracruz armó un rally grande y lo ganaba 7-2 en la séptima, pero apareció un jonrón de tres carreras de Sandber Pimentel y un Back-To-Back solitario de Aderlin Rodríguez para cerrar las cosas 7-6.
No obstante, el bullpen no supo mantener a raya a los jarochos, que anotaron dos carreras más en la parte baja de la séptima y octava para quedarse con el triunfo y la serie 6-9.
A la defensiva, Wolf tuvo otra mala salida. Permitió tres hits, admitió dos carreras, negoció cuatro pasaportes, recetó dos ponches y sufrió dos pitcheos salvajes y un error; todo, en solo dos entradas de labor.
Piña siguió con la mala noche con otras cuatro carreras y Smith y Espinal culminaron la obra de terror con una rayita más permitida de cada lanzador.
Al final, Sandber se robó la noche con dos pasaportes que lo hicieron llegar a 29 en la campaña y liderar todo el beisbol mexicano en dicho departamento.
La mención honorífica fue para Roberto Castro. Además de una grata pincelada defensiva en el jardín izquierdo, el mexicano se fue de 3-2 con dos anotadas y una remolcada, siendo esta última provocada por el primer jonrón en toda su carrera profesional.
Ya en el último, una pesadilla. La ofensiva también se apagó. Los bates solo pegaron dos hits y si no es por el bambinazo solitario de Marco Chicuate, la decepción habría sido mayúscula.
En el pitcheo, un enunciado que ha persistido a lo largo de 11 series y 33 juegos: la rotación es una lágrima.
Almeida, tomado de waivers, demostró el por qué Olmecas de Tabasco lo dio de baja con tres hits, dos carreras y dos pasaportes sin siquiera retirar un out.
Después, Osiel Rodríguez y Ángel López tuvieron relevos de pesadilla y Lisalverto Bonilla, que regresó a ser relevo natural, volvió a decepcionar. El dominicano no tiene nivel: cinco hits, siete carreras, un pasaporte y cuatro ponches en tres entradas completas de labor.
Al final, El Águila se dio un festín y festejó el regreso de Pedro Meré al Puerto Jarocho con victoria de 2-16 y una barrida que sabe a gloria, pues sirve para olvidar el trago amargo que tuvieron en casa de los Guerreros de Oaxaca, donde fueron barridos a media semana.
Alberth, Aderlin y Sandber, los únicos rescatables
Y de nueva cuenta, los de mayor jerarquía ponen el ejemplo de consistencia, paciencia y solvencia.
Por una parte, Alberth se encendió. En 23 comparecencias, pegó 11 hits, anotó seis carreras, remolcó cuatro rayitas, negoció un pasaporte y bajó su número de ponches a solo cuatro.
Martínez no solo mejoró, sino que incrementó su nivel con un average semanal de .478.
Debajo de él, el colmillo de Pimentel. El designado de los Bravos conectó siete hits en 20 turnos, en los cuales colaboró con cinco anotadas, cuatro remolcadas, seis pasaportes y ocho ponches.
Líder en pasaportes en toda el beisbol mexicano con 30, Sandber demostró que es un toletero más que complicado de dominar con un average semanal de .350.
Por último, Aderlin… siempre Aderlin. Serio e imponente, conectó ocho hits en 23 comparecencias al plato. Su colaboración radicó en seis anotadas, seis remolcadas y cinco ponches.
Líder en extrabases y dobles en toda la LMB, el dominicano dibujó un average semanal de .347.
En la mención honorífica, Marco Chicuate se empieza a embalar. En 11 turnos, pegó cuatro hits, anotó una carrera, remolcó cuatro rayitas y solo se ponchó en una ocasión. Terminó con un promedio semanal de .363.
Y, por último, qué decir de Roberto Castro. Con gran actuación el sábado, cuando pegó el primer jonrón de su carrera profesional y dio un atrapadón en el jardín izquierdo, el monclovense dice presente para jugar todos los días.
Angelo, Urrutia y Castro con una semana para el olvido
Y después del cielo, está el abismo. Tres bateadores de Bravos vivieron un slump que, tarde o temprano, el equipo terminó por resentirlo.
Angelo Castellano, de gran semana en sus primeros juegos, no bateó nada y se fue de 15-0 con dos pasaportes y cuatro ponches.
Carlos Castro, de buenos números contra Diablos Rojos, apenas bateó para .166 con dos hits en 12 turnos, en los que colaboró con solo una anotada y una remolcada. Además, se ponchó tres veces.
Henry Urrutia, líder en el clubhouse, apenas pegó un imparable en 13 turnos, arrojando un pobre average de .076 con una anotada, dos pasaportes y tres ponches.
Un mal que ya se veía venir
Desde el inicio de la campaña, con solo dos abridores que conocían el circuito, la mala racha era cuestión de tiempo.
Sufrir barridas en dos fines de semana consecutivos dicen mucho de la mala planeación de este equipo. Reiterando lo que mencioné al inicio de esta columna, Bravos se concentra más en reforzar el bateo que el pitcheo.
Es bien sabido que eso gusta mucho a varios, pero se nos olvida que no todo es el batazo largo y la pirotecnia después del cuadrangular. Este juego se trata de tener los mejores brazos y administrarlos inteligentemente.
Hoy, eso no existe en los cuereros. Cada juego está propenso al bullpen porque salvo Faustino Carrera, a quien yo desde la previa siempre he considerado el As de la rotación, nadie da una garantía sólida arriba de la lomita.
Adam Wolf solo rindió un juego en Querétaro y se apagó; Derek West da una buena salida por dos malas; Josimar Cousin se esperó hasta su quinta salida para responder; y entre Bonilla y Almeida… prefiero no decir nada.
En cuanto al bullpen, yo creo que es uno decente. Claro que hay brazos que desentonan y tienen más malas salidas que buenas como Ángel López, Osiel Rodríguez y José Piña – estos dos últimamente-, pero Hazahel Quijada, Daniel Cruz, Jonas Garibay, Josh Smith y Pedro García, son brazos que tienen calidad y temple.
El asunto aquí es que o entran con el juego ya lejos del alcance o la ofensiva se apaga y no les da el espaldarazo.
Una idea utópica
Dentro de mi incredulidad, una esperanza que se erige como algo más utópico que nada. Esto se basa en que los Bravos, de una vez por todas, se salgan del script.
El reciclaje de extranjeros y el malestar de la rotación es un vergonzoso malestar que impera en toda la Liga Mexicana de Beisbol desde hace varias temporadas. ¿Por qué no romper el esquema y confiar más en el mexicano?
Allí está Garibay, Cruz, Quijada y hasta Castro como ejemplo de que SÍ SE PUEDE.
En fin, el mal ya está hecho. El equipo, sin siquiera llegar al Juego de Estrellas, ya tiene 11 bajas en su roster. La temporada se comienza a ir y es el momento de ajustar y cambiar. Dudo mucho que lo hagan, pero no está demás proponer y soñar…
La sumatoria de la semana
2 series
6 partidos
- 2 victorias; 4 derrotas
Carreras (-7)
- 35 anotadas
- 42 recibidas
Hits (-5)
- 54 a favor
- 59 en contra
Corredores en PA (39.02%)
- De 41-16
Dejados en circulación
- 40
Errores (8)
- 2 en el 1ero Vs Querétaro
- 1 en el 3ero Vs Querétaro
- 1 en el 2do Vs Veracruz
- 4 en el 3ero Vs Veracruz
-El Dugout del Gabo.
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