Iván Hernández logró los dos goles de la victoria del Club Irapuato, que enfrentará el segundo partido de la final el próximo sábado 10 de mayo. Fotos: José Luis Ortega

Irapuato.- Una noche apasionante, con un estadio a reventar, fue la que se vivió para esta final de ida entre el Club Irapuato y los Aguacateros de Peribán, donde la Trinca Fresera se llevó la victoria con una marcador dos a cero.

En dos ocasiones el partido fue interrumpido debido a que la afición local lanzó objetos al campo de juego en la banca de los visitantes.

Mediante sus redes sociales la directiva del Club Irapuato invitó a sus fanáticos a llegar un par de horas antes del inicio del partido para poder agilizar el acceso, pero los aficionados de hueso colorado comenzaron a hacer fila desde las 4:00 de la tarde.

Varios minutos después de las 5:00 de la tarde comenzaron a ingresar al Coloso de la Guerrero y tan solo cinco minutos antes de iniciar el encuentro el estadio se encontraba al 80% de su capacidad, sin contar la zona destinada a la porra visitante, que se quedó prácticamente vacía.

Iniciado el partido no había rincón entre la afición que no estuviera pintado con el característico azulgrana de las playeras, banderas y globos.

La tensión mantuvo a todos los aficionados levantados de su asiento en varias ocasiones, pues desde que comenzó el encuentro ambos equipos peleaban aguerridamente por hacerse con el control del balón, pero la Trinca parecía tener más oportunidades de anotar.

Para el minuto 35, el árbitro tuvo que detener el juego, pues luego de que el cuerpo técnico de Aguacateros y su banca salieran a reclamar, la afición comenzó a lanzar objetos al campo de juego, uno de esos objetos aparentemente golpeó el cuerpo del director técnico, Marco Antonio Angulo, quien decidió invadir cancha a medio partido para quejarse por el golpe y reclamar al árbitro central.

Por fin la afición dejó de lanzar objetos, el partido pudo continuar y en el minuto 44, Iván “Ronco” Hernández, con el número 32, mandó el balón al fondo de la meta de Aguacateros. El estadio tembló por un grito al unísono de toda la afición fresera y que a más de uno le enchino la piel.

Para el segundo tiempo, entre el minuto 50 y 57, nuevamente el encuentro tuvo que ser detenido, la afición fresera lanzaba más objetos a la cancha en la zona de la banca visitante. En esta ocasión todo el personal antimotines de la Policía Municipal se vio en la necesidad de colocarse con los escudos arriba para evitar que la directiva y los jugadores salieran lastimados.

De vuelta el juego continuó y fue hasta el minuto 84 que nuevamente Iván Hernández mandó la pelota a la red de Aguacateros, el marcador se encontraba dos goles a cero a favor de Irapuato y el estadio entero nuevamente vibró con el grito de más de 20 mil freseros.

Finalmente el árbitro central dio por terminado el juego y el Club Irapuato, como los espectadores, celebraron la victoria. 

Lamentablemente, el equipo de Peribán no pudo abandonar el campo de inmediato por motivos de seguridad y fueron casi once minutos que los jugadores de Aguacateros tuvieron que esperar para pasar por un túnel de policías y escudos hacia sus vestidores.

Ahora los dos equipos deberán prepararse para el encuentro de vuelta, que se llevará a cabo el próximo 10 de mayo a las 12:00 p.m. en el estadio Miguel Alemán Valdés, en Celaya, Guanajuato.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *