El alemán Robert Enke lo tenía casi todo, o eso parecía. Portero titular de la selección teutona, figura en su club, con paso por el Barcelona y una buena cuenta bancaria.

Pero la tragedia familiar y una profunda depresión cortaron su vida justo cuando debía encabezar a Alemania rumbo al Mundial de Sudáfrica 2010.

El 10 de noviembre de 2009, Robert Enke se lanzó a las vías del tren y fue arrollado por el comboy. Tenía 32 años.

Enke sería “El nuevo Oliver Kahn”

Según se ha sabido después de la tragedia, dos factores influyeron en la inesperada decisión del alemán.

Por un lado, la profunda depresión que sufrió gran parte de su carrera y que el portero le ocultó a casi todos.

A la vista, era un arquero exitoso, un gigante 1.86 que pasó del Borussia Mönchengladbach al Benfica de Portugal y luego al Barcelona en la temporada 2002-2003, cuando era considerado “El nuevo Oliver Kahn”.

“No tenía un solo amigo”

Pero el periodista Ronald Reg, entre otros, ha revelado que ya entonces Enke sufría de baja autoestima, depresión y una sensibilidad extrema ante las críticas y los inconvenientes, incluyendo el no ser titular.

“No tenía ni un solo amigo, se aferró a la idea de que todo iba en su contra y le llegaban rumores de que (Víctor) Valdés era titular por ser catalán”, escribió Ronald Reg en la biografía de Enke.

La presión por ser el portero titular del Barcelona agravó su depresión y comenzó a crear teorías de una conspiración de sus compañeros y entrenadores en su contra.

Eso se sumó al miedo al fracaso, algo que sentía antes de cada partido y que su esposa trataba de combatir.

Para colmo, en uno de sus pocos partidos como titular, fue goleado y eliminado de la Copa del Rey ante un equipo de división inferior. Enke se culpó por la derrota y tomó muy mal los comentarios de sus compañeros.

La muerte de su pequeña

El segundo factor que derivó en la muerte de Enke fue la tragedia familiar: En 2006 murió su pequeña hija, Lara, de sólo dos años.

“Enke se encontraba tumbado a su lado cuando el corazón de la pequeña falló”.

El portero nunca pudo superar la pérdida, con todo y que en mayo de 2009 adoptó otra pequeña.

Sin embargo, el 10 de noviembre del mismo año, justo a las seis y 15 de la tarde, Enke se desvió de vuelta de un entrenamiento hacia su casa. Fue a las vías del tren en Hanover y se lanzó.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *