La Feria es la mayor tradición en la entidad y en toda la región, por movilizar a multitudes que la esperan. No dejo de gozarla como gran encuentro catalizador de nuestros problemas; la Feria es el termómetro de la dinámica del tejido social, su afluencia refleja nuestro entramado diario. Visitantes y familias son el indicador de cómo consumimos y cuánto traemos dentro. Buscando novedades, recreación, haciendo compras y viviendo “su jugada” en el Palenque. 

Congregados muchos durante el mes de enero y los primeros días de febrero, festejando y contando más de 6 millones de visitas, nuestra Feria provoca un ciclo económico de flujo de efectivo. Son sus exposiciones artesanales, comerciales y ganaderas, peleas de gallos, presentaciones de artistas, festivales taurinos y juegos mecánicos, que generan una enorme actividad económica por publicidad, ventas de espacios, hospedajes, alimentos, transportes y promoción de la ciudad. 

Esta Feria 2025 que inició con lluvia y sigue ya sin frío, la necesitamos, pues es una tejedora social. En el mundo de los intangibles, es un evento realizado por décadas y que atrae en la mente del consumidor a millones; representa generación directa de más de 2,000 millones de pesos a través de las ventas y adquisición de servicios. Su flujo de efectivo, proveniente del ahorro de las familias, provoca un “pico” en el movimiento del circulante junto a la caída natural que tiene enero después de diciembre. Los ingresos se distribuyen entre los proveedores y entre quienes obtienen ingresos por los empleos temporales; así, los proveedores de servicio locales mueven la mitad del circulante y el otro 50% de foráneos, destacando entre ellos los juegos mecánicos y el Palenque, el enorme negocio nocturno para la gente brava que mueve dinero. 

Pero el principal beneficio es reconstruir el tejido social, la fábrica de sonrisas y de gozos. Este año registré en un sondeo, incremento en el porcentaje de visitantes que manifiestan acudir con la familia, hasta rebasar el 80%, y el resto asisten con amigos. Todos los atractivos se dan durante un mes en que nuestra Feria abre sus puertas al público y donde se palpa al mercado, las tendencias de consumo, las innovaciones de productos y servicios, donde se puede observar el comportamiento del consumidor. Por eso es una buena oportunidad para generar ideas y nuevos negocios; solo observar las rentas de espacios nuevos y los patrones de compra, es donde se pueden identificar oportunidades de negocio. 

También, nuestra Feria de León es un reflejo de nuestra realidad económica, pues la “elasticidad” en los precios se observa en la afluencia de las clases populares a los juegos mecánicos y a los consumos de bajo precio. En las clases media se observan patrones hacia la compra de bienes de consumo, mientras que en las clases altas, se concentran en el Palenque y bares. Es una feria “limpia”, sana, familiar, sin fallas en las estrategias de la logística; con cero detenidos. En el viernes de arranque, los encuestados en la medición anual valoran los espectáculos gratuitos, pues la Feria tiene ese poder de cicatrizar y de congregar. Son sus eventos los que nos curan y nos llenan de vida. 

Este año, las conferencias de “famosos” y los cantantes y consagrados tuvieron gran aceptación. La Feria seguirá siendo un espacio de encuentro y gozo; donde las sonrisas y los abrazos nos estrecharán más allá de los problemas. Nuestros ritos en comer y en contemplar con alegría el movimiento y la música, nos meterán a la magia de sentirnos vivos. Los niveles de satisfacción son altos, tanto arriba del 8.5 y se valora la entrada rápida al recinto y a los espectáculos. 

Tenemos que asistir con ella y allí abrazarnos y reír. Aún con las malas noticias de este País envuelto en violencia e inseguridad, nos ayudará a retirarnos de la cotidianidad. Con mucho, nuestra Feria supera en número y calidad a todas las del País, pero el reto es en mi opinión, mantener la seguridad para tanta gente. 

Disfrutar, pero no dejar de prever que los malosos siempre tienen ideas perversas para apagar la alegría. Aún para muchos con sus limitaciones económicas, tenemos que congregarnos para estar juntos los leoneses, llegando como podamos, a la cita anual, en la gran Feria.

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