Aún la tibieza de su último suspiro, está grabada en mi piel. Suave, lleno de dulzura, cerrando tiempos. Ayer lo volví a sentir, cuando acuné por unos segundos a mi pequeña, trasminaba esa dulzura, más con suavidad y firmeza reabría el suspiro, para darle continuidad a la vida, la misma que ella hace meses eternos despidió y que quizá, en esa continuidad de genes vuelve a nacer, al igual que todos los que han levantado vuelo; conformado en ella un ser único e irrepetible, llamado Giulia. 

Mil preguntas me hice al abrazarla, al reconocer ese olor de estreno. Inquietudes a las que no les di mayor trámite, pues sé que los días de los años, en el caminar cotidiano, se irán respondiendo, con ese sabor engañoso de permanencia que da la vida. Cada nuevo ser, nos da la bendecida oportunidad de ponerle sonido  a las emociones, recapitular las propias acciones, reconociendo que no hay, quien pueda decirnos qué se puede esperar o qué va a pasar; y, que cada uno de nosotros, al pensarlo más la decisión del hacer, forja vereda. Y, sí el destino es diferente del imaginado, aun así, sin dudarlo habremos de reconocer que valió la pena.

Pues esta vida definitivamente, con todos sus pesares vale la pena, tanto para aquel que cree haber nacido en la desventura, como el que nace entre mantas bordadas de lotería; al final serán nuestras resoluciones, las que definan las estructuras. ¿Qué me queda aparte de agradecer a Dios y a la vida? Pedir, desear que tengas entereza, para afrontar todas las experiencias que en la vida te encuentres, serán regalos y de cada uno aprenderás. Sean tus herramientas, la curiosidad con dosis de prudencia. 

Encuentras en Dios un refugio, en tus padres ejemplo, apoyo y gratitud por el don de vida que te han brindado; en tus abuelos consejo y consuelo. En tu hermano compañía, así como tus tíos, sean ellos tus mejores guías. Descubras un #noséqué gozoso en construir con tus manos y a todo lo que hagas, le imprimas corazón.  Recibe la compasión de tu papá, su sentido de justicia; de tu mami la generosidad y su empatía se sumen para que integra crezcas.  Ten certeza, que el amor es la cimiente que te dio la vida y regresarás a la tierra, envuelta con la misma caricia. 

Seas bienvenida a este pueblo, que tiene a vistas mi cerro del Culiacán, recuerda que eres nieta del mar y de las grandes montañas de nieve. Eres bendecida y naces sin deudas, aún menos compromisos. Tendrás la libertad de elegir brecha, gracias a todas las valientes mujeres que te han antecedido. Podrás votar, estudiar, viajar, reclamar, denunciar, escoger y por siempre decidir. Tienes derechos y deberes, lejos están los días de discriminación, violación y perjurio a nuestro sexo. Habla claro, fuerte, más con la humildad de quien siempre busca servir. “Silenciosa de a ratos bulliciosa, firme en tu verdad, sin dudas ni vacilaciones. Ten la vida, que recortes al estilo de tu propia creación, con espíritu temerario, templado de sabiduría” hoy tu nonna, tu abuela, tu bruja,  te escribe para darte la bienvenida, le pone altavoz a la alegría para decirte, y avisarle al mundo,  que desde hace siglos, ya te quería.

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