Los medios masivos de comunicación tienen una capacidad increíble de persuasión, inserción e influencia en multitud de comportamientos poblacionales y no es diferente esto cuando se relaciona a temas de salud pública. Gran parte de la información que obtienen los individuos de las sociedades con respecto a temas sanitarios, los obtienen de medios de comunicación, quienes incluso parecen ser de mayor trascendencia que la comunicación interpersonal, cuando se habla o tratan asuntos en esta materia.
La capacidad de ascendencia e influjo de los medios de comunicación es evidente y se manifiesta en cambios conductuales de las personas, siendo capaces de formar y transformar creencias, actitudes y percepción de la realidad, con el consiguiente cambio en el comportamiento de individuos y grupos de personas. Así mismo, esta influencia se produce de manera indirecta cuando las personas discuten e interactúan, compartiendo sus experiencias relacionadas con información obtenida a través de los medios de comunicación.
Los medios locales, regionales, nacionales e internacionales, juegan un papel fundamental, funcionando como enlace entre los prestadores de servicios de salud y las masas. En un deber ser, las entidades sanitarias y otros sujetos relacionados, educan y establecen contacto con las personas colaborando con los medios, quienes funcionan como el puente para permitir el acceso a esta información de manera accesible y a través de multitud de canales de comunicación.
Es por ello que es fundamental crear lazos de colaboración, pues los medios masivos de comunicación permiten a los trabajadores de la salud aumentar su capacidad de audiencia, lo que resulta crucial, puesto que intentar diseminar información boca a oreja de manera individual, requeriría de una mayor cantidad de tiempo y la capacidad de alcance es reducida a un número pequeño de personas.
No debemos olvidar que los medios masivos de comunicación en sus diferentes formas y formatos (visuales, auditivos, escritos, televisión, radio y medios escritos como los periódicos) tienen una capacidad de persuasión de audiencias que es clave para adoptar nuevos comportamientos, dar a conocer o reforzar información crítica. Más allá de funcionar como meros voceros de nuevas enfermedades o peligros en salud, permiten empoderar a las poblaciones al mantenerse actualizados e informados sobre temas relevantes y trascendentes del cuidado, preservación y/o recuperación de la salud.
Los medios de comunicación permiten, hablando de temas sanitarios, incrementar la atención sobre problemas particulares, elevar la cantidad y calidad de información, hacer sobresaliente algún tópico en particular, sensibilizar audiencias y como se comentó, estimular las influencias interpersonales que incluyen a profesionales sanitarios y otros expertos, además de promover la búsqueda de información por cuenta propia para adoptar nuevas conductas o reforzar actitudes y comportamientos ya establecidos.
De igual manera, los medios de comunicación son de gran ayuda en la planeación, implementación e incluso evaluación de campañas o acciones de salud pública, muchos de ellos siendo productores de trabajos profesionales, creativos y de alta calidad, siendo los que satisfacen esa necesidad de información
Es por ello que será trascendental el acercamiento del gremio médico con los medios de comunicación masivos, en el afán de ser aún más capaces de trascender en educar o reeducar a las poblaciones sobre temáticas de salud pública, lo cual, bajo un concepto de adecuada planeación, transparencia y buena voluntad, será también creadora de contenidos interesantes para los propios medios y sus audiencias.
Colaboremos, todos vamos en el mismo barco.
