En noviembre, China emitió bonos a largo plazo. Quienes los compraron, recibirán menos dinero cuando llegue su vencimiento. Eso se llama tasas de interés negativas. Sólo la Comunidad Europea o Suiza podían cobrar dinero por guardarlo.

¿Cómo puede darse el lujo un país de cobrar dinero porque le hagan depósitos en sus cuentas? La única razón es por la confianza en su moneda y su futura apreciación. Detrás del crecimiento imparable de China, la venta de su futuro. Pueden crecer porque los empresarios del mundo saben que tiene futuro y eso refuerza su posibilidad de emitir deuda y cobrar por hacerlo. Su apuesta por la inversión, la productividad y la construcción del país más grande de la historia, rinde frutos. 

La construcción es la medida de la salud de una economía. Cuando vemos decenas de grúas edificando  ciudades, sabemos que el crecimiento y el empleo vienen porque vienen. Es la medida visual de la esperanza. Quienes proyectan y construyen son apostadores de futuro. En su mente está una obra terminada, desde el principio. 

¿Cuántas grúas, edificios y  casas en construcción?, ¿cuántas carreteras y puentes en obra ve a su alrededor? Pocas o casi ninguna, En China, a principios de Siglo, la broma era que habían cambiado su bandera roja por una grúa viajera. En Shanghai eran tantos los edificios, que las construcciones se perdían de vista en el horizonte. Había en 2005 unos 10 mil edificios mayores a 10 pisos y otros tantos se construirían. Cuando llegó la crisis del 2008 y comenzó a darse el desempleo, el Gobierno “comunista” sacó la chequera e invirtió 5 millones de millones de dólares en obras para despabilar el crecimiento. 

Recuerdo que en una sola ciudad invirtieron más que todo el Reino Unido en sus programas de infraestructura. Tenían 13 aeropuertos internacionales en obra y 20 sistemas de transporte como nuestro metro de la CDMX. ¿De dónde salía el dinero? Muy fácil, las ciudades, las regiones y el gobierno central emitían deuda. Pocos saben que China es la nación más endeudada del mundo. 

El dinero en China proviene de su futuro.

Todos los economistas conservadores tienen dos décadas pronosticando el tronido de la deuda interna que llega a 30 billones (trillions) de dólares. Por lo menos dos veces el producto anual.  Una y otra vez el Gobierno ha tenido que intervenir y rescatar a bancos emproblemados, pero siempre salen adelante. Aparte de producir para todo el mundo y haberse convertido en la fábrica universal de todo lo imaginable, China imprime dinero como si no hubiera mañana. 

¿Cuál es la razón de que deban tanto y no revienten como pasa con países medio desarrollados como México o Argentina? El futuro los sostiene, es decir, su crecimiento promisorio. Como un negocio que aumenta su mercado a diario.  

Durante la comparecencia de Janet Yellen para ser ratificada por el Senado, una senadora quiso explicar el futuro de las energías limpias. En el mundo hay 140 fábricas de baterías para autos eléctricos. En China hay 107 y en Estados Unidos 7. 

¿Qué construimos en México? Más bien destruimos aeropuertos, fábricas e instituciones .  La vivienda se contrajo desde que llegó la 4T y este año de la pandemia tiene la caída más grande desde que hacemos estadística. Claudia Sheinbaum, cuando llega a la CDMX, primero para todas las obras por presunta corrupción. Luego averigua. Fue una tragedia para el empleo de miles de trabajadores de la construcción. La deconstrucción del país no puede seguir sin que hagamos justo lo contrario de China: destruir el futuro. (Continuará)

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