Dicen que los mercados de valores anuncian el valor de las cosas en el futuro. Los técnicos de las finanzas y las acciones advierten a qué le apuestan los compradores. Si la bolsa sube y si hay acciones que se disparan es porque la gente ve ganancias hacia adelante. 

Eso sucedió hace 20 años cuando vino la burbuja de los sitios de internet, los llamados puntocom. 

Las valuaciones eran de locura y quienes tuvieron la sabiduría de retirarse a tiempo de la caída del mercado, ganaron enormes fortunas. Lo hicieron a costa de quienes esperaban una “nueva economía” donde los precios de empresas que perdían y “quemaban”  dinero saldrían adelante por arte de magia. 

Viene esta historia a cuento por lo que pasa en México y lo que sucede con una empresa que presagia el futuro en su valuación. Habíamos hablado hace algunos meses de Tesla, cuando multiplicaba su valor para superar a todas las marcas de autos. Hoy la fabricante de autos eléctricos tiene una marca asombrosa, por no decir increíble. 

La empresa fundada por el genio Elon Musk superó los 605 mil millones de dólares en el mercado. El equivalente a 10 veces el valor de la General Motors cuya capitalización es de 63 mil millones de dólares. La expectativa de que en dos semanas incluyan a Tesla en el listado Standard and Poors, apura a que muchos fondos demanden su acción y suba aún más de su inflado precio. 

Después del tronido de las puntocom al principio de siglo, permanecieron las empresas que verdaderamente pudieron crear valor. Apple, Microsoft, Oracle, Intel y otras compañías tecnológicas crearon tanta riqueza que hoy sus valuaciones son mayores al producto interno de muchos países, incluido México. Whatsapp, la indispensable plataforma de comunicación fue creada por 50 técnicos. Cuando la vendieron a Facebook, su precio era superior al producto interno de Honduras. 

En un año Elon Musk trepó al segundo lugar de los más ricos del mundo. Su genio aportará billones de dólares (trillions) a la economía mundial. Con su visión cambiará la forma en que nos transportamos y movemos mercancía por carretera. De paso derretirá el futuro de los combustibles fósiles y transformará los viajes al espacio. Además de reinventar la producción de baterías y su capacidad de almacenamiento. 

A principios de mes la empresa Axel-Springer de Alemania le entregó un premio por su trayectoria. Hace seis años le había galardonado por su visión. En una entrevista que le hace el director de la casa editorial, comenta que en 2014, cuando reporteaba al director de una de las tres grandes empresas automotrices, el ejecutivo le comentó que no veía futuro en los automóviles eléctricos. Tampoco creía que el diseño y la calidad de fabricación de su país fuera a ser superada por Tesla. En ese entonces Tesla valía 23 mil millones de dólares. Una veinticincoava parte de lo que se cotiza actualmente. 

Hoy Tesla vale más que las tres empresas alemanas juntas: Volkswagen (VW, Audi, Porsche y Bentley), Daimler (Mercedes Benz, Smart y Freightliner), BMW (BMW, MINI y Rolls Royce). 

Todo esto viene a cuento porque en México la CFE y el Gobierno ni siquiera permiten a los particulares producir su electricidad cuando es más barato que nunca generarla. Estamos quemando el futuro con carbón y combustóleo; el pasado manda y eso hace que el país no sólo no avance sino que retroceda décadas en el tiempo.(Continuará)

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