En México, el crecimiento de las “sectas” religiosas es enorme, entendidas éstas como grupos de personas que, utilizando la religión como medio de manipulación, controlan la vida de otros y generan lucro a partir de la credulidad. ¿Cuál es la razón? Está comprobado que, a menor nivel de escolaridad, mayor nivel de creencia en alguna religión donde pueden ser atrapados en jugosos negocios a través de pago por eventos, congresos y liturgias.
La encuestadora Datum elaboró un estudio sobre religiosidad, y el primer dato que resalta es que 62% de las personas alrededor del mundo se consideran religiosas, contra un 25% que no sigue alguna religión, y un 9% de ateos. El segundo dato que destaca la encuestadora, es que el número de creyentes disminuye conforme la gente presenta mayores ingresos económicos. El 66% de personas con bajos recursos afirma ser religiosa, mientras que solo el 50% de quienes perciben un ingreso alto lo son. De la misma forma, la educación es otro factor que crece en dirección opuesta a la religiosidad. Solo el 49% de las personas con mayor nivel educativo son religiosas, frente al 83% de los menos educados. El país más ferviente del mundo lo hallamos en Asia. El 98% de la población de Tailandia se considera religiosa, seguida por Nigeria (97%). Al otro lado encontramos a China, en donde siete de cada 10 personas afirma ser ateo (67%). Este país cuenta solo con un 9% de creyentes.
La post modernidad (cultura basada en la dinámica del mercado) ha provocado en las generaciones recientes de América Latina, cambios en su escala de valores, lo que se traduce -junto con mayor escolaridad y acceso a las tecnologías-, en la pérdida de la religiosidad en los jóvenes. Por eso, el ateísmo es creciente en el mundo y las mediciones de percepción sobre instituciones religiosas tradicionales se traduce en alejamiento de la sociedad de las iglesias. Pero esto no es así en “sectas” que como “La luz del mundo” florece en numerosos países.
Los segmentos sociales de menor ingreso buscan ante las crisis económicas y sociales, a agrupaciones que les hagan creer que todo se resuelve de manera mágica o al menos, tengan la tranquilidad de que así es. Por eso, el enorme crecimiento de sectas como “La Iglesia del Dios Vivo Columna y Apoyo de la Verdad” (conocida como La Luz del Mundo), organización cristiana restauracionista (pretende refundar el cristianismo), cuya sede central se ubica en Guadalajara. Esta iglesia fue fundada en 1926, por Eusebio Joaquín González, después dirigida por su hijo Samuel Joaquín Flores desde 1964 hasta su muerte en 2014, cuando lo sucedió su hijo Naáson Joaquín García, hoy preso en California.
La iglesia “luz del mundo” es un ejemplo claro de cómo se pueden amasar fortunas a costa de la credulidad de la gente. Engañar a las masas necesitadas de una creencia, con que sus líderes son dioses vivos. Que la familia Joaquín, es divina y que lo que digan o hagan, es la verdad. Formados en la retórica y en el marketing, logran engañar a millones de personas. Sus empresas inmobiliarias son una estrategia que se concentra precisamente en la familia Joaquín, las enormes fortunas obtenidas a través de las donaciones que millones de inocentes crédulos.
La Luz del mundo, es un producto lleno de engaños que ha amasado un enorme poder económico y político que ha florecido en el País. En México, tiene un enorme poder entre la clase política al prometerle apoyos. Lo tiene tanto en el Congreso como en el gobierno. El homenaje reciente y encubierto en el Palacio de Bellas Artes muestra su poder de convocatoria.
Este tipo de negocios familiares se caracteriza por la sucesión de padres a hijos, por la creación de mitos alrededor de los fundadores, por la invocación de dones que reparten entre la gente y por la restauración de la “verdadera iglesia”. Con encubrimiento después de décadas de expedientes ocultos sobre abuso de feligreses, su red de captación de recursos financieros se da en los sectores sociales de clases medias bajas, quienes le aportan para el sostenimiento. El manejo de las emociones y de la esperanza de los fieles, es enorme y, por tanto, es espacio propicio para el fanatismo.
Considero que el escándalo reciente del líder que lo tiene en la cárcel por delitos sexuales, sacudirá parcialmente su estructura, pero a sus seguidores en su fanatismo, poco les afectará. Quizá se reduzca en algo su crecimiento, pero su “modelo de negocio” seguirá intacto al lucrar con la ingenuidad de sus feligreses, quienes creen que la familia Joaquín son emisarios de dios. Enorme prueba tiene la justicia norteamericana, al final, la única que puede castigar los delitos cometidos en México. Quizá no sean suficientes las fianzas millonarias para evitar que Naáson salga libre y pronto lo veamos en libertad, vendiendo el cielo a miles de crédulos fieles que le siguen.
* Director de la Universidad Meridiano
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