CDMX.- Un abrazo y un agradecimiento, plasmados en una fotografía que dio la vuelta en internet, fue lo que la agente Sonia Magallanes necesito para tomar aliento y continuar con su labor al frente de Palacio Nacional, durante la marcha del domingo en la que miles exigieron alto a la violencia contra las mujeres.

En este trabajo te encuentras de todo, pasa mucho que los niños y adultos mayores se acercan, nos tocan el casco y nos agradecen, pero nunca una joven.

El abrazo de la manifestante

Tras ver la explosión de tres bombas molotov, y luego de varias horas de resguardar la zona, la policía de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) jamás consideró que dos mujeres se le acercaran a ella y a sus compañeras para abrazarlas y agradecerles por su trabajo.

La señorita se acerca entre lágrimas y me dice: ‘muchas gracias, por aguantar todo esto, por apoyarnos, por protegernos’, al darme un abrazo, ni modo de uno rechazarlo.

Se siente bien bonito, porque hay gente que ve tu trabajo, que lo valora. Mucha gente piensa que estamos ahí como un poste, que no nos duele todo lo que hacen.

Su familiares y amigos vieron la foto de Reforma que circuló en redes sociales y, pese a que no llevaba lentes y portaba su casco, reconocieron la cara de Sonia.

Y también mis cachetes, que son inconfundibles.

“Al final pensé: ‘vale la pena lo que estamos haciendo y el sacrificio’. En ese momento dejé todo atrás, le respondí que estábamos para servirle, agarré fuerzas, y el abrazo me dio aliento y motivación a ser mejor.

Afuera de Palacio Nacional se acercó la joven con la agente. Foto: Agencia Reforma

JPRA

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