Proyectos, programas, tecnología y “muchas” maneras de combatir la violencia en el Estado de Guanajuato, repetían los cinco candidatos a la gubernatura tras monitores, micrófonos, cámaras y luces. Fuera de esa sala del Instituto Estatal Electoral (IEEG)...cuidándolos con un arma en el cinto, chalecos antibalas y radios estaban de cerca los que muy bien le saben de seguridad: policías.
Los nervios de los candidatos y candidata ni se comparan contra los que sienten los más de 2 mil elementos estatales, ni hablar de los municipales que a diario van contra delincuentes y con la orden de bajar a como de lugar la inseguridad. Es el trofeo que ayer buscaron los contendientes.
Pero no todos creyeron en lo que dijeron o eso aparenta un oficial que fue asignado al lobby del Instituto, ahí donde colocaron una pantalla gigante con bocinas para no perder detalle, claro, a través de una imagen.
En la entrada de la sala por donde fue el desfile de los aspirantes; Diego Sinhue Rodríguez Vallejo,Ricardo Sheffiel Padilla, Felipe Camarena García, Bertha Solorzáno y Gerardo Sánchez García, está flanqueada por personal del IEEG, todos de negro y con la indicación de no dejar pasar a nadie salvo aquellos “suertudos” que verán y no a través de una pantalla el primer debate.
Pero no hace falta estar adentro, la cara del oficial lo dice todo, con ojos de incredulidad y con un pie que no deja de mover desesperado escucha como comienzan a responder todos.
¿Cero tolerancia a la corrupción?, lanza la moderadora Elisa Alaníz.
“El combate a la corrupción hay que empezarlo desde arriba”, avienta Ricardo Sheffield Padilla, siendo como es, manoteando, enérgico y sin titubear.
“No soy como los panistas”, le toca decir a Gerardo Sánchez que tampoco se aprendió sus respuestas para el debate y le gana estar mirando el acordeón.
El candidato al centro del panel es Diego Sinhue que asegura “ Seré el Gobernador de la Transparencia”.
Felipe Camarena y la maestra Bertha Solorzáno hacen lo mismo, aseguran habrá combate a la corrupción.
La primera replica llega y como sala de cine muchos corren por los aperitivos, y lo prometido llega.
Sheffield Padilla insiste con la “familia feliz” de Diego a quien tiene a su derecha, lo ve, lo reta y le recalca “tu familia a vivido del erario”, Diego ni se inmuta.
Gerardo hace segunda y lo acusa de pertenecer a los panistas que tras 27 años de gobierno no han hecho nada por el Estado.
Toca el turno de Diego y dice tumbar la mentira de Sheffield, éste como AMLO mueve el dedito y dice que no.
Insiste Sheffield y le reclama a Diego 8 mil millones de pesos que gastó como Secretario de Desarrollo Social y Humano para colocarse como favorito desde antes de ser candidato.
Diego saca un folder negro mientras Sheffield sigue con su acusación y le señala que eso fue investigado y que el tribunal no encontró nada; el lobby explota en carcajadas. No es que no le crean a Diego, es que Sheffield se lleva las manos a un lado de la cabeza y deja en claro que se aprendió los “emoticones” de whatsapp.
Aquel elemento de policía que está asignado al lobby da vueltas, quizá pensó que encontraría algún proyecto serio o el ¿Cómo? Harán para mejorar sus sueldos y dignificarlos pero no pasó.
Desaparición de Secretaría de Seguridad, pantalones puestos, reforzar policías municipales y reclamos fue lo que escuchó a cambio. Además de un recordatorio por una imagen que mostró Sheffield: The Economist una revista inglesa,habla de un fracaso en la estrategia de seguridad en Guanajuato. Y ahora cinco personas dentro de un sala le intentan decir, que van a revertir eso.
Salen en orden como estuvieron en pantalla; Gerardo Sánchez que no quiso decir si ganó o no.
Bertha Solorzáno que se llenó en decirse campeona del primer debate.
Diego Sinhue contento y seguro de querer seguir el ejemplo del actual gobernador Miguel Márquez Márquez.
Un Sheffield sonriente y pidiendo disculpas porque no supo decir “criminalización” en la transmisión en vivo.
Y un sereno Felipe Camarena, que no atacó ni fue atacado.
Vuelven a desfilar los competidores, sus camionetas llegan hasta la puerta, el oficial sigue su recorrido, las fuerzas del estado siguen flanqueando el debate por si algo pasa.
Aún queda otro debate.
