El director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), José Antonio González Anaya, negó categóricamente que vaya a haber un “gasolinazo” a fin de año, como circuló en algunos medios de comunicación y redes sociales.
En entrevista para Canal 11, dijo que el mecanismo vigente desde principios de este año para fijar el precio de los combustibles está diseñado para reducir la volatilidad que caracteriza el mercado de hidrocarburos a nivel mundial.
Dicho esquema de precios funciona bien, y no hay ninguna decisión que tenga que ver con un incremento abrupto en el costo de las gasolinas que se venden al consumidor mexicano, aseveró González Anaya.
“El mecanismo vigente reduce la volatilidad y los precios suben o bajan diariamente en proporciones pequeñas a partir de este mismo año”, explicó el funcionario.
Cabe señalar que la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas) dijo ayer que el aumento de precios “es una posibilidad latente”, toda vez que los precios de la gasolina y el petróleo se han incrementado en los mercados internacionales y las importaciones que realiza México son más caras.
Llama a la calma
El presidente de la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo), Roberto Díaz de León Martínez, aseguró que no habrá “gasolinazo” cuando entre en vigor la liberación de los precios del combustible, planeada para enero próximo.
En rueda de prensa, Díaz de León Martínez señaló que “la apertura del mercado de marcas y precios de gasolinas y diésel en 2018 continuará siendo un proceso ordenado y gradual, en el que no se esperan cambios abruptos”.
Aún más, de acuerdo con el empresario, “es irresponsable asegurar, como quien mira una bola de cristal, que habrá un incremento de precios o adelantar un monto del mismo, debido a la evidencia fundamental de lo que ha sido el comportamiento del mercado, después del ajuste de 20% en enero que ha mantenido oscilaciones de pocos centavos a lo largo de diez meses”.
Por su parte, se espera la entrada anticipada de la quinta etapa de liberalización de precios que incorpora el 30 de noviembre a los estados de Yucatán, Campeche y Quintana Roo, junto con los estados del centro del país, por lo que 64% de las estaciones de servicio que hay en México dejarán de contar con precios administrados.
