A pesar de que se vislumbra un año difícil en diferentes rubros en el país, no se puede car en pesimismos, sino convertirlos en una oportunidad de ser mejores, así lo consideró el obispo de la Diócesis de Celaya, Benjamín Castillo Plascencia.
“No tenemos que ir derrotados, hay que confiar en Dios y dispuestos a poner lo mejor de nosotros mismos que este año se convierta, en medio las dificultades, en una oportunidad de ser mejores”, comentó en su primer mensaje del año.
Castillo Plascencia admitió que el año que terminó estuvo “lleno de dificultades y problemas”, sin embargo, deseó que el 2017 sea un año más próspero “lejos de intereses sórdidos en la búsqueda del poder”.
