Comenzó la temporada 2016 para el Teatro del Bicentenario con la presentación de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato (OSUG), en concierto.
Al frente de la orquesta estuvo, como director invitado, Michael Fine.
El programa de esta ocasión incluyó a la clarinetista Romie de Guise- Langloise, como solista.
El público escuchó tres piezas de tres grandes de la música clásica.
Primero, la Suite Mamá la oca de Maurice Ravel (1875-1937), obra que reúne en cinco movimientos un homenaje a los cuentos de su infancia: La bella durmiente, Pulgarcito, Laideronette, La Bella y la Bestia y el Jardín encantado.
De su obra, en su momento el autor comentó que: “El propósito de evocar en estas piezas la poesía de la infancia me ha conducido naturalmente a simplificar mi estilo y a hacer más sobria mi escritura”.
Siguió el concierto para clarinete en La mayor, K. 622, en tres movimientos de Mozart (1756-1791).
La clarinetista Romie de Guise- Langloise mostró maestría al interpretar.
La música es una de las más melodiosas de la obra del autor escrita en el último tramo de su vida.
Esta pieza fue muy apreciada por el público que se mostró efusivo con su interpretación.
La Sinfonía no. 4 en La mayor, Op. 90, Italiana del Mendelssohn (1809-1847) cerró el concierto.
La pieza ha sido descrita como una representación del estilo del maestro por su calidad y regularidad y la felicidad “a la italiana” que emana cada nota de sus cuatro movimientos.
