La producción de una droga llamada coloquialmente “bomba” o “magia”, y que es considerada la “hermana mayor” de la heroína, se realiza en laboratorios clandestinos de México y ha sido detectada en decomisos del Ejército y agentes federales en la frontera con EU.
Este opioide sintético se consume en dosis de microgramos, apenas unos granos de sal de mesa, pero su potencia es 100 veces mayor que la heroína.
Un antecedente sobre la letalidad de esta sustancia se remonta a 2002 cuando una célula terrorista tomó por asalto el Teatro de Moscú con 800 espectadores. En el rescate de rehenes, el Ejército ruso utilizó un gas con base en fentanilo que provocó la muerte de 117 personas que aspiraron la sustancia.
El fentanilo es una droga letal que durante 2015 apareció de manera oficial en Baja California al decomisarse más de 23 kilos en dos acciones militares. El 10 de octubre militares decomisaron 22 kilos 373 gramos en una avioneta abandonada en Ensenada, junto con paquetes de marihuana, cristal y cocaína. El 3 de noviembre se produjo otro aseguramiento de un kilo 007 gramos.
En un primer momento, la PGR y la II Región Militar determinaron que se trataba de heroína blanca pero al realizarse estudios químicos se concluyó que era fentanilo.
Para dimensionar sus estragos el Gobierno de EU advirtió que “las muertes por sobredosis de heroína son también el resultado de lotes de alta pureza desconocidas para el usuario, así como adulterantes de la heroína como el fentanilo”.
En la “Evaluación de Amenaza de Drogas 2015”, elaborado por la Agencia para el Control de Drogas (DEA) del Gobierno de EU, se enfatizó sobre el abuso de la heroína y aumento de su consumo en mezcla que provocó la muerte de 700 personas durante 2013 y 2014.
Historial de muerte
Por esta droga, cuyos precursores pueden obtenerse por internet, se registraron mil fallecimientos en EU entre 2005 y 2007, la mayoría en Chicago, Detroit y Filadelfia, debido a un producto fabricado en un laboratorio clandestino de México, según el Centro de Inteligencia de El Paso (EPIC).
Luego de este periodo su consumo se contrajo por las muertes registradas pero resurgió la sustancia y sus análogos: buprenorfina y metadona. En 2013 fueron decomisados tres cargamentos, uno de ellos en California, ocultos en vehículos o en servicios de mensajería.
El estudio del EPIC define al usuario de esta droga y sus alcances en EU, así como su alta peligrosidad pues tienen “perfiles demográficos heterogéneos; cubre una vasta área geográfica, una amplia gama de edades y razas, de ambos géneros e incluyen a usuarios nuevos y a aquellos más experimentados”.
En un informe sobre la presencia de drogas en el mundo de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de la Organización de las Naciones Unidas (JIFE-ONU) se advirtió del incremento en el consumo de este opioide sintético de acción corta, altamente adictiva que se aspira en polvo o en humo o se inyecta, que es 100 veces más potente que la morfina y hasta 40 más que la heroína.
Su manejo y uso son peligrosos, al grado que las dosis se miden en microgramos y es barata en comparación con otras drogas. Informes del Gobierno estadounidense señalan que el precio de una dosis es de 20 dólares en el mercado de San Diego y Valle Imperial, California, limítrofes con Tijuana y Mexicali.
Es un narcótico sintético opioide que se utiliza en analgesia, tratamientos oncológicos avanzados y también como anestesia, según diversos estudios clínicos.
Hace una década se detectó en Europa como droga en reemplazo de la heroína.
En México es reducido el nivel de consumo de opioides y analgésicos, según este mismo estudio.
Reportes de corporaciones policiacas y militares señalan que se produce con fines clínicos como anestesia para intervenciones quirúrgicas en laboratorios de Querétaro y el Estado de México.
Una explicación militar de su decomiso en la aeronave asegurada en octubre de 2015 es que pudo ser sustraída en algún asalto de camiones donde se transporta el producto. Los productores y traficantes de metanfetaminas en territorio nacional son los miembros del cártel de Los Caballeros Templarios, según las autoridades federales.
El 1% de consumo de narcóticos
El coordinador regional de Occidente de la Comisión Nacional contra las Adicciones, Alfredo González Portilla, considera que el fentanilo representa apenas el 1% del consumo de drogas en el País y lo define como un sicotrópico que causa alucinaciones con efectos similares a la marihuana.
Es un químico, dijo González Portilla en Tijuana, que casi no se consume en México por lo que no resulta negocio para los cárteles de la droga.
La sustancia representa un riesgo de salud pública por su rápida absorción en el cuerpo, toda vez que podría ser mortal el contacto de tan sólo 150 microgramos, similares a unos cuantos granos de sal de mesa.
El investigador de la Universidad Autónoma de Baja California Pablo Jesús González Reyes dijo que el consumo de droga en Baja California mantiene un patrón en los últimos años que encabeza la marihuana, pero existe un alarmante incremento de consumo de las drogas sintéticas -sobre todo de cristal- por el deterioro severo y pérdidas síquicas y físicas del usuario, aunque son atractivas por su bajo costo.
