La llegada a la meta de la keniata Emily Chepkrrir fue triunfante. Conquistó los 42 kilómetros de una de las mejores carreras de México: el Maratón Lala 2014.
Era la primera de la categoría femenil y su premio en efectivo fue de alrededor de 100 mil pesos. Una falta grave el recibirlo porque hacía un año, en 2013, fue sancionada por su país debido al dopaje detectado por la Federación Internacional de Asociaciones Atléticas (por su siglas en ingles, IAAF). En teoría y bajo ese reglamento, no podía competir en carreras de este tipo.
Este es un aspecto poco conocido en la “invasión” de atletas keniatas en México. Las regulaciones y las normas para detectar este tipo de casos son desconocidas por la mayoría de los organizadores de carreras, lo que facilita ciertas tretas para que atletas castigados o bajo investigación se mantengan activos.
Una de las maniobras fraudulentas es hacer el cambio de identificación con algún otro atleta keniano, para no ser detectado por su nombre. Así de fácil.
La lista de “sentenciados” es vasta. A nivel mundial existen 300 corredores sancionados por la IAAF y al menos tres de ellos son mexicanos, una parte mínima a comparación de los estadounidenses, europeos y keniatas, estos últimos los que tienen una mayor participación en México, por la nula atención al problema.
La lista de los sancionados y que tienen actividad en eventos nacionales incluye a: Alice Ndirangu, Philip Kandie, Emily Chepkrrir, Stephen Kibet, Elizabeth Chelagat y James Maunga.
Su actividad incluso se ha dado en Guanajuato, aunque tienen castigos de la IAAF de dos a seis años. Entre los seis sancionados, Ndirangu, Chelagat y Maunga tienen como mánager registrado en México a Enrique Castañeda. Kandie y Kibet son representados por Elena Solís y Chepkrrir tiene a Francisco Ibarra.
Burocracia atlética
Impedir que un atleta extranjero con una sanción de este tipo siga corriendo, requiere un proceso complejo, acepta Antonio Lozano Pineda, presidente de la Federación Mexicana de Asociaciones Atléticas.
“Cuando se detecta un dopaje de este tipo, la Comisión Antidopaje de México le da el informe a la Agencia Mundial (WADA), ésta se lo comunica a la Federación Internacional y ésta a su vez se lo señala a la federación nacional correspondiente (la keniata, por ejemplo). Así que es esa federación nacional la que sanciona y no nosotros”, señala Lozano, en entrevista con la agencia IkkoSports.
El dirigente acepta que en los seis meses recientes se dieron tres positivos de atletas extranjeros que corren en México, pero salvo en los llamados eventos internacionales, como el Maratón León Independencia, es casi imposible aplicarle pruebas antidopaje a todos los ganadores.
“El reglamento dice que aquel evento que tenga una convocatoria internacional, debe de cumplir con un número de muestras y en esos casos se solicita a la Conade el equipo necesario para tomar las muestras y que luego nos dé los resultados”, añade el federativo.
Pruebas imposibles
En León, para impedir que atletas sancionados se lleven los premios en efectivo, los organizadores de las aproximadamente 60 carreras que hay por año deben coordinarse con la Federación Mexicana y con sus pares, sobre todo para tener actualizada la lista de corredores de riesgo.
Una solución que se dice fácil es que cada carrera organizada, use pruebas antidopaje, pero de acuerdo con algunos organizadores de la ciudad, eso quitaría tiempo, aumentaría considerablemente el costo general de los registros y complicaría los trámites con los representantes de la Federación en cada región.
Tomando en cuenta que en México hay aproximadamente 25 maratones con al menos 100 mil pesos como premio, organizadores aceptan que cada una de esos eventos corrió al menos uno de los atletas supuestamente sancionados por dopaje.
En el caso del Maratón Lala 2014, el premio a la keniata Emily Chepkrrir no fue retirado y aunque se hizo público el caso, nadie hizo nada.
Un caso especial
En el tema del dopaje y los atletas extranjeros hay un apartado para quienes pueden utilizar alguna sustancia prohibida, con fines médicos y sólo con el consentimiento de las autoridades.
Para ello y con recomendación médica se debe advertir a la IAAF mediante estudios de orina y sangre. Explican algunos expertos del deporte en León que el keniata Hilary Kimayo, famoso por ganar el Maratón Independencia en ediciones anteriores, es candidato para esta excepción.
Pastillas de 500 pesos
En la mayoría de los casos, obtener las sustancias que generan el dopaje no requiere un extenso apoyo médico, sino la complicidad de un farmacéutico, para tener así tabletas con nandrolona o incluso anfetaminas, con costos de entre 500 y 3,000 pesos por pastilla.
Los efectos que provocan son aumento de la cantidad de glóbulos rojos para facilitar el intercambio de oxígeno en la sangre. Es decir, evita el cansancio y mejoran la condición de los músculos; aumenta la resistencia para distancias largas y la concentración es mayor. Estos beneficios son seguidos por diversos efectos secundarios.
La sospecha
Detección
La sanción por dopaje inicia con la sospecha, en especial con los tiempos de un atleta en determinado evento. Inconsistencia con la condición física y los resultados son las alarmas. En cuanto se detecta un tiempo que genera sospecha, se consulta la lista de deportistas vetados.
Mexicanos
Bajo investigación
Alonso Arreola
Sustancia: Norandrosterone
Reporte: 2013
Sanción: 2 años
Kevin Becerra
Sustancia: Norandrosterone
Reporte: 2014
Sanción: 2 años
Cecilia Cervantes
Sustancia: Metenolone
Reporte: 2013
Sanción: 2 años
