La plaza Miguel Hidalgo presentó una escena inusual porque un grupo de “adivinos”, hicieron suertes para dar consejos a las decenas de personas que se aglomeraron para preguntar sobre su futuro.
Policías municipales vigilaron que no se registraran robos por la presencia de los “videntes” que aseguraron ser del norte del País.
A las 11 de la mañana, los gritos de un hombre llamaron la atención en la plaza Miguel Hidalgo, pues invitaba a los peatones y a quienes pasaban un momento de descanso en el Centro Histórico para presencias los actos de “clarividencia”.
De inmediato, se arremolinaron un grupo aproximado de 50 personas, quienes rodearon al hombre para presenciar las suertes de clarividencia, pues el hombre que dijo ser originario del norte del país, apoyado con una mujer, actuaron para según ellos, acertar datos que sólo los espectadores sabían.
“¿Qué numero trae este joven en su camiseta?”, preguntaba el hombre y la mujer que tenía los ojos cubiertos con un paliacate, respondía positivamente y causando el asombro de los asistentes.
“Crea lo que está viendo y escuchando, yo no le voy a decir la fecha en que usted va a morir, porque eso no lo puedo hacer, pero si usted nos pregunta algo que sólo usted sepa, nosotros le contestamos”, afirmó el hombre.
El grupo de espectadores que se colocaron a un lado de la catedral, llamó la atención de los elementos de la Policía Municipal asignados al grupo de Policía Turística, quienes primero llegaron para tomar datos de lo que pasaba y luego dejaron a un elemento que se encargó de vigilar que los ladrones robaran a los espectadores mientras se dio el inusual espectáculo.
El servicio de adivinanza, o clarividencia, tuvo el costo que el mismo espectador considerara justo pagar por saber su futuro.
Poco a poco, los espectadores se fueron retirando y los elementos de seguridad pública, a corta distancia observaron lo que pasaba, pues según dijo un policía “Hay muchos qué hacen ese tipo de cosas para robar a quienes ven los espectáculos”.