Eran la una y 30 minutos de la madrugada del domingo cuando Félix Chagoya Rivas, habitante de la colonia Los Cobos, se asomó por la ventana de su casa y vio que la calle estaba inundada, y el agua cubría al menos medio metro de su pared.
Junto a su esposa y su pequeña hija, don Félix colocó una tira de cera para evitar el paso del agua, y llamó al 066 para solicitar una unidad de Protección Civil que les ayudara en la contingencia, pero sólo llegó una ambulancia que no era necesaria, pues según los vecinos, nadie salió herido.
Por la calle Sevilla, el agua corrió arrastrando basura, insectos, suciedad del drenaje y hojas de los árboles que están en la escuela primaria de la colonia, metiéndose a las casas e inundando hasta los coches estacionados en la acera, echando a perder los asientos y todo lo que estuvo a su paso.
Quienes se percataron de lo que ocurría cuando empezó a llover, salieron a poner en las puertas costales con arena para evitar que el agua se siguiera metiendo, pero hacía mucho aire y los costales no sirvieron de mucho, incluso un árbol fue arrancado de raíz por el aire y el agua.
“El problema es de JAPAMI, que no desazolva los tubos y nada más vienen a sacar la basura de las alcantarillas y se van, pero nunca se toman la molestia de limpiar bien la tubería y se vaya bien todo, ¡ah pero eso sí!, los pagos tienen que estar bien puntuales”, dijo muy molesto Félix.
Con el agua a la altura de las rodillas, los vecinos salieron a las calles para tratar de rescatar sus pertenencias, e incluso abrieron las coladeras para sacar la basura que obstruía el paso del agua, pero ya era demasiado tarde.
Alicia Ayala Laguna y Miguel Ángel Velázquez Gordillo auguran que sus pérdidas pueden ascender a más de 40 mil pesos, pues sus dos autos quedaron completamente inundados y todos los complementos, desde las bocinas hasta los motores quedaron fuera de uso, incluso se podía percibir un fuerte olor a gasolina porque la bomba también salió dañada.
Cada año, esta familia vive situaciones similares, por lo que optaron por poner una bardita en la entrada de la casa, pero la cantidad de agua que se rezagó fue mucha, el nivel se podía constatar en las paredes blancas de su casa, que quedaron manchadas por la suciedad.
“Ya deberían poner atención, a nosotros en dos ocasiones se nos inundó la casa, lo que tengan que hacer para ya evitar esto, dos o tres veces al año pasa y esta vez fueron los dos carros”, dijo Ayala Laguna.
Ambos carros eran utilizados para el trabajo, esta familia además cuenta con un Jeep que no sufrió daños, pero se mostraron inconformes con la situación que representa un obstáculo en sus actividades laborales y en sus ingresos.
Vecinos dijeron que se acercarán a las autoridades correspondientes para pedir ayuda.
