“…El matrimonio es el primer paso de una historia de amor…”, así lo hizo saber el padre Legionario de Cristo Gabriel Del Valle, a José Luis Rodríguez Rodríguez y Olga Del Campo Moreno, pareja dispuesta a escribir cada amanecer su propio libro de amor.
Ante el altar del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, José Luis y Olga comenzaron a escribir con tinta imborrable un amor sin final.
Entre las primeras páginas, se encuentran presentes Alejandro Del Campo y Olga Moreno, quienes combinando la felicidad con un poco de nostalgia, entregaron a su hija en brazos del hombre que ella eligió para amar toda la vida.
A José Luis lo acompañaron las personas que desde su nacimiento lo forjaron con amor y buenos principios; sus padres, José Luis Rodríguez y Alejandra Rodríguez de Rodríguez.
El cortejo de padrinos estuvo integrado por: Isidoro Velasco y Georgina Rodríguez, ambos participaron como padrinos de lazo; Carlos Lizárraga y Constanza Meli, de anillos y de arras Raúl Villarreal y Cristina López.
A lo largo de la celebración, los consejos y palabras que el párroco compartió quedaron grabados en la mente y corazón de los contrayentes, quienes intercambiaron sus votos matrimoniales, que fueron sellados con el más tierno y sincero beso de amor.
Con la bendición de Dios, los ahora esposos tomados de la mano e irradiando amor, caminaron por la alfombra roja hasta llegar a la puerta del recinto de Dios para recibir las felicitaciones de sus seres queridos y posteriormente trasladarse a la gran recepción.
Brindan por su amor
Convertidos en esposos, José Luis y Olga llegaron al salón del Centro de Convenciones, donde fueron recibidos con fuertes aplausos por parte de los testigos de su amor.
Tomados de la mano y con una tenue luz que reflejó a la perfección el romanticismo de esa noche, los recién casados dieron el último paso al contraer matrimonio por lo civil.
La licenciada Martha Cázarez fue la encargada de declarar a José Luis y Olga esposos ante la ley del hombre.
En seguida las felicitaciones y buenos deseos por parte de familiares y amigos no se hicieron esperar.
Luego de disfrutar de la exquisita cena de tres tiempos, José Luis y Olga abrieron la pista de baile con la melodía que los identifica como pareja, para continuar con el vals acompañados por sus respectivos papás.
Una velada llena de buenos deseos vivieron los recién casados en compañía de todos sus invitados, quienes llegaron para compartir esta especial fecha con los novios.
A siete años de decidir comenzar una relación, José Luis y Olga dieron fin a su noviazgo para dar inicio a una historia que los llevará a mirar siempre a la misma dirección.
“Dos almas destinadas a estar por siempre juntas”, así son José Luis y Olga, quienes ahora disfrutan de una inolvidable luna de miel y al regresar se instalarán en su nuevo hogar.
