Ante la delincuencia que viven a diario los habitantes de las colonias Patria Nueva y Pedro María Anaya, repartidores y choferes del transporte público se niegan a entrar a éstas.
Según vecinos, ellos son los más afectados al manifestar que necesitan de este tipo de servicios para surtir sus negocios o dirigirse a sus empleos.
El pasado martes tuvieron una reunión con autoridades de la Policía Municipal para expresar sus denuncias y determinar estrategia a implementar en seguridad, ya que los colonos comentaron que ya no viven tranquilos.
“Hubo una reunión con un Comandante de la Policía porque algunos camiones ya no querían pasar por las colonias, ya que los asaltaban y golpeaban. Asistimos como 100 personas a la junta porque ya estamos cansados de los robos. Cuando no son las peleas con palos y piedras, también son los asaltos”, dijo Abelardo Rodríguez, colono.
Según los denunciantes, se determinó que la Policía va a reforzar la vigilancia en las calles con policías a caballo y en caso de que los delitos no disminuyan, se solicitará el apoyo militar.
Aunque sobre la calle de Santa Bárbara está instalado un módulo de la Policía Municipal, vecinos argumentaron que no hay policías suficientes para las necesidades de la colonia y cuando se necesita la intervención de la fuerza pública, en el inmueble no hay quién los apoye.
“Sólo está de adorno porque desde que lo construyeron a veces hay policías. En ocasiones vemos que hay uno o dos pero es imposible que puedan con los rateros porque les avientan piedras”, dijo María Luisa Melena.
