La Asociación Nacional de Portadores de Armas inició el viernes su convención anual con una advertencia a sus miembros de que están enfrascados en una “guerra cultural” que se extiende más allá de los derechos a poseerlas, exacerbando aún más la sensibilidad que rodea al debate sobre el control de armas.
James Porter, primer vicepresidente de la asociación, quien asumirá la presidencia el lunes, lanzó un desafío a pleno pulmón al presidente Barack Obama a raíz de una importante victoria en materia del control de armas e instó a sus miembros a prepararse para una larga pelea que se extenderá hasta las elecciones del 2014.
Se prevé que más de 70.000 miembros de la NRA, siglas en inglés de la asociación, asistirán a una convención nacional de tres días en Houston en medio de un debate nacional sobre el control de armas y la derrota de un proyecto de ley del Senado, patrocinada después de una matanza en una escuela primaria de Newtown, en el estado de Connecticut. Un pequeño grupo de simpatizantes del control de armas se congregó frente a la convención de la organización.
Porter dio un breve discurso ante unas 300 personas de organizaciones populares y sentó el tono para la convención titulada “Ponte de pie y pelea”_, la cual incluye una feria de venta de armas, un mitin político y una reunión para determinar estrategias.
“No se trata de una batalla por el derecho a poseer armas de fuego”, dijo Porter, sino que la calificó más bien de una “guerra cultural”.
“Ustedes, los aquí presentes, son combatientes por la libertad. Somos los protectores”, dijo Porter, cuyo padre fue presidente de la NRA en 1959-1960, de acuerdo con el portal cibernético de la organización.
Los organizadores esperan que la convención sea una enorme fiesta, tanto para celebrar la victoria en Washington como para prepararse con miras a las próximas batallas políticas, en momentos en que los partidarios del control de armas consiguen sus propias victorias en estados en todo el país.
“Ustedes resistieron de pie cuando la libertad era atacada y ustedes estuvieron en ese momento, ustedes cambiaron la situación”, destacó Rick Santorum, ex senador republicano y ex aspirante a la candidatura presidencial, ante la jubilosa multitud de más de 3500 miembros.
“Este es un momento crucial en la historia estadounidense. Algo grande está sucediendo en Estados Unidos”, destacó Santorum.
El gobernador de Texas, Rick Perry, criticó a quienes defienden el control de armas calificándolos de oportunistas que se hacen presa de las emociones que rodean a los trágicos sucesos.
“Ya verán cuánto tarda la gente que odia las armas, que odia a los propietarios de armas, en comenzar una nueva campaña”, después de una matanza armada, señaló Perry.
Obama, que encabezó la campaña a fin de aprobar medidas para el control de armas, fue el blanco favorito de las críticas de los oradores durante todo el día.
Chris Cox, director ejecutivo de la NRA, alardeó sobre los esfuerzos de la organización para derrotar la propuesta de control de armas.
“Fue excelente ver al presidente hacer un berrinche en el Rosedal (de la Casa Blanca)”, afirmó.
Texas es uno de los estados donde el activismo en favor de las armas tiene más fuerza, y más de medio millón de personas cuentan con licencia para portar armas ocultas, entre ellos el gobernador Perry, quien una vez se jactó de haberle disparado a un coyote mientras realizaba su carrera matutina.
Se autoriza portar armas ocultas en el Capitolio del estado, donde el simple hecho de mostrar la licencia para traerlas les permite a los visitantes evitarse los detectores de metal.
La convención contaba también un foro político con discursos de varios líderes conservadores estatales y nacionales, como la ex candidata republicana a la vicepresidencia Sarah Palin y el senador republicano Ted Cruz, un activista que se ha convertido en una de las principales voces del movimiento conservador “tea party” desde que fue elegido el año pasado.
Los partidarios del control de armas dijeron que estarán presentes en los alrededores de la convención, con vigilias por las víctimas de la violencia con armas de fuego, una petición para respaldar la revisión de antecedentes de quienes quieran comprar armas y una manifestación el sábado en las afueras del Centro de Convenciones George R. Brown.