El presidente estadounidense Barack Obama exigió que cualquier reforma migratoria que sea avalada en el Congreso debe incluir una vía a la ciudadanía para los 11 millones de inmigrantes indocumentados en el País.
El Mandatario manifestó su respaldo a un proyecto de reforma migratoria diseñado por un grupo bipartidista de ocho senadores y que ya está siendo analizado, al tiempo que la Cámara de Representantes trabaja en otro.
El Mandatario señaló que la ley debe contener criterios elementales como la ruta a la ciudadanía, mayor seguridad en la frontera y más castigos contra empleadores que no respetan el sistema migratorio.
“La iniciativa del Senado cumple esos criterios, en algunos casos no como me gustaría, pero los cubre (…) es un testamento a los senadores involucrados”, dijo el Mandatario en la Casa Blanca.
“Confío en que el trabajo bipartidista que se ha hecho en migración resultará en una iniciativa que sea aprobada en el Senado y pueda promulgar. Y ese va a ser un logro histórico”.
El Comité Judicial del Senado inició las audiencias de análisis de la propuesta del llamado “grupo de los ocho” con miras a un voto en el pleno en junio próximo, pero los republicanos de la Cámara de Representantes indicaron que adoptarán una propuesta de reforma más escalonada.
Cuestionado sobre la estrategia de la Cámara de Representantes, Obama reconoció no haber visto la propuesta de los legisladores, pero se declaró flexible a escuchar sus planteamientos, aun cuando sean distintos a los del Senado.
“Debemos tener la mente abierta para ver qué presentan. En última instancia deben satisfacer esos criterios elementales (la ruta a la ciudadanía). Si no cumple esos criterios no apoyaré esa iniciativa”, advirtió.
Obama está de gira en la que busca profundizar los lazos económicos, sociales y culturales con América Latina.
Ni la Cámara baja ni el Senado tienen programada una votación este año en torno al proyecto de ley sobre una reforma al sistema que regula la inmigración.
Por otro lado, el Mandatario dijo que aguardará a reunirse con el presidente mexicano Enrique Peña Nieto antes de juzgar sus medidas para restringir el acceso de las agencias de seguridad estadounidense en la lucha contra el narcotráfico y los cárteles.
Obama, quien llegará a México mañana, dijo que Peña Nieto “encara la reforma con seriedad”. Dijo que las medidas tomadas por México parecen guardar relación con la coordinación interna del País más que con el trato con su vecino del norte.
El Gobierno mexicano dijo el lunes que todos los contactos con las fuerzas de seguridad estadounidenses pasarán por el Ministerio del Interior.

Enfocan protestas a indocumentados

Sindicatos y grupos de activistas se preparan para hacerse oír en las protestas del 1º de mayo, que este año resaltarán la lucha de los inmigrantes en pos de una reforma migratoria que se debate en el Congreso.
Coaliciones nacionales y grupos locales aseguran que aprovecharán la cita anual para pedir mejoras al plan de reforma y exigir un alto a las deportaciones, además de marchar por la defensa de los derechos de los trabajadores.
Los activistas dijeron que no esperan marcar récords de asistencia pero sí una mayor participación que en las marchas del año pasado debido al protagonismo del proyecto de ley, con “decenas de miles de personas” en las calles y Los Ángeles como la urbe donde se concentraría la multitud.
“La reforma migratoria no se va a llevar a cabo a menos que continuemos presionando a los legisladores para dejarles saber que ya es hora de una reforma, número uno, y número dos, que la mayoría de los americanos apoyan la reforma migratoria”, dijo Kica Matos, portavoz de FIRM, una de las principales coaliciones de grupos que organiza las marchas, además del grupo nacional Mi Familia Vota.
“Yo creo que desde el 2006, 2007, esta es la primera vez que se hace sentir que estas marchas de mañana van a estar enfocadas en la reforma migratoria”.

Busca cerrar Guantánamo

Más de cuatro años después y con 100 presos en huelga de hambre -sobre un total de 166-, Barack Obama retomó con fiereza dialéctica el controvertido tema de Guantánamo al decir que debe de ser cerrado y así lo iba a intentar.

“Sigo creyendo que tenemos que cerrar Guantánamo”, dijo el Presidente de Estados Unidos recordando que no había olvidado la promesa que hizo al llegar a la Casa Blanca en 2009 de que echaría el cerrojo al centro de detención en un año.
En una rueda de prensa que estaba sin anunciar, el Presidente contestó a preguntas de los reporteros coincidiendo con los 100 días de su segundo mandato. Las cuestiones que han planteado los periodistas dieron la radiografía de los temas de interés en los medios: Siria; atentado de Boston; reforma sanitaria; reforma migratoria; el temido secuestro y el olvidado Guantánamo. El control de armas apenas fue mencionado.
Dicen las encuestas que los estadounidenses son cada vez más indiferentes al futuro del penal,

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