Cada año la escenificación de las Tres Caídas atrae a centenas de personas que participan en el Viacrucis del barrio de El Zapote, así como a miles de personas que acuden a revivir la Pasión y Muerte de Cristo.
Sin embargo este año, en comparación de otros, disminuyeron los participantes y los asistentes en el barrio de El Zapote, pero eso propició que los actores pusieran más empeño, amor y fe en trasmitir el mensaje de que Cristo murió por los hombres.
A pesar de que ayer fue una fecha especial para los católicos y para los actores del Viacrucis que se prepararon durante meses para la escenificación, algunos se entristecieron porque cada año son menos los adultos que participan.
Los que siguen fiel a la tradición de la escenificación son los organizadores, los que llevan más de 5 años participando y los niños que siguen la costumbre de sus familiares. Pero no hubo muchas personas nuevas que quisieran participar, sólo llegaron niños.
Años atrás no se podía ni caminar debido a la gran cantidad de personas que esperaban con ansias ver a Cristo.
Este año participaron en la escenificación 130 personas y según cálculos de los organizadores creen que pudieron asistir entre 3 mil y 3 mil 500 personas; cuando años atrás se superaban los cinco mil espectadores y más de 300 actores.
La señora Ma. Angélica Palacios Cruz, una de las iniciadoras de la tradición, platicó que en sus inicios empezó esta tradición en el atrio de la iglesia del barrio de El Zapote y posteriormente decidieron salir a las calles, debido a la cantidad de gente que asistía y que quería participar.
“Hace unos 50 años se hacía bíblico y era en el atrio de la iglesia, ya después era más gente y se decidió salir a las calles. Antes no había niños, eran puras personas grandes que le echaban muchas ganas y hoy ya los adultos casi no quieren salir, nosotros no queremos que se perdiera la tradición y ya casi son puros soldaditos y antes eran soldados de verdad”, dijo la señora.
Y en esta ocasión, sí se apreciaron en las azoteas de las casas gran cantidad de personas observando las Tres Caídas, en las calles centenas de personas que bajo el rayo del sol esperaban el cortejo, sin embargo, se notó menos afluencia que en años pasados; y en contraste se apreció mucho congestionamiento de personas en los centros comerciales, restaurantes, albercas y en la Alameda.

“Cristo vive en nosotros, pero no lo dejemos morir”
Juan Valentín Morales, quien escenifica a Cristo desde hace 8 años es un hombre joven de 26 años, que desde los 15 llegó a la escenificación del Viacrucis.
Él no llegó porque sus papás lo mandaran o participaran en el acto, sino porque quería colaborar en llevar a la gente el mensaje de que Cristo murió por cada una de las personas, pero si cada quien no valora el sacrificio y no lo mantiene vivo en su corazón es como “si lo estuviéramos dejando morir”.
A diferencia de otros muchachos de su edad, Juan Valentín se tomó las tardes de los últimos tres meses para prepararse.

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