León, Guanajuato – El 23 de marzo de 1994, Luis Donaldo Colosio, candidato presidencial del PRI, fue asesinado por Mario Aburto Martínez durante un mitin celebrado en un rincón perdido de Tijuana.
Colosio murió a las 22:00 horas tiempo de México, después de tres horas de agonía, tras recibir los disparos con arma de fuego, en la colonia Lomas Taurinas.
Las balas calibre 38 fueron disparadas a una distancia de 50 centímetros por Aburto, de 23 años de edad, a las 19:05 horas, al término de un diálogo con los vecinos del lugar.
El candidato se dirigía hacia su vehículo cuando el presunto homicida se acercó y disparó casi a quemarropa. Sufrió un impacto en el abdomen y otro en el cráneo, por detrás de la oreja, que fue el que provocó su muerte, que se produjo en el Hospital General de Tijuana.
Agentes del Estado Mayor Presidencial detuvieron al agresor.
Una semana después, el PRI postuló a Ernesto Zedillo Ponce de León, quien venció a Diego Fernández de Cevallos y a Cuauhtémoc Cárdenas en las elecciones del 21 de agosto.

Hasta la fecha, Aburto sostiene que fue el único responsable del asesinato, punto culminante de las tensiones ocurridas en un año que comenzó con la rebelión zapatista, continuó con el asesinato de Colosio y el del secretario general del PRI, José Francisco Ruiz Massieu (otro miércoles, el 28 de septiembre) y terminó con la crisis provocada por el error de diciembre, que hundió la economía del País.
