Los municipios de Hidalgo pierden dinero al no tratar su basura, señaló Marco Antonio Moreno Gaitán, quien preside la Sociedad Ecologista Hidalguense A.C (SEHI); tan sólo en Pachuca se desperdician 350 millones de pesos anuales, indicó.
En entrevista, Moreno Gaitán dijo que los residuos sólidos urbanos deberían de aprovecharse para aumentar el capital de los municipios, especialmente en una zona como Pachuca en la que se producen 420 toneladas al día, explicó.
De acuerdo con las estimaciones de la Sociedad Ecologista Hidalguense, en la capital del estado se pierden cerca de 350 millones de pesos anuales porque la basura no recibe tratamiento.
“Son recursos que permitirían mejorar las obras públicas, algunos servicios de asistencia o del propio ayuntamiento”, mencionó.
Dicha estadística se desprende del estudio que realizó la organización civil cuando la empresa Cambio Verde recolectó la basura por cinco años en Pachuca.
“Nosotros consideramos que al ayuntamiento le podrían quedar fácilmente 350 millones de pesos, además, ellos podrían cubrir la totalidad municipio para invertir”.
Lo anterior, tras argumentar que los municipios de Hidalgo no cuentan con el capital suficiente para invertir en sistemas de recolección que contemplen el cien por ciento de limpia.
Asimismo, mencionó que en las 420 toneladas diarias de basura que se generan en Pachuca hay fierro, hojalata, cobre y plástico “que tiene un valor económico en el mercado, si hacen una clasificación de la basura podrían decir el monto de lo que se podrían obtener”.
En total son seis los municipios que representan el 64.7 por ciento del total de 2 mil 804 toneladas diarias de basura.
Entre estos se encuentran Pachuca, que concentra el 24 por ciento de los desechos en el estado, seguido por Tulancingo con el 12 por ciento.
Mientras que Tula de Allende engloba el 9 por ciento de la basura a nivel estatal; tanto Tepeji como Huejutla, 6 por ciento, y Tepeapulco concentra el 5 por ciento
PLANTAS DE TRANFERENCIA, UNA OPCIÓN
Marco Moreno Gaitán, señaló que el gobierno a nivel federal, estatal y municipal debería de invertir en plantas de tratamiento y no en rellenos sanitarios, ya que explicó, son un peligro para la salud por la cantidad de lixiviados que emiten.
Mencionó que, aunque las plantas de transferencia cuestan entre 12 y 18 millones de pesos, permitirían que 95 por ciento de los residuos fueran comercializados.
Asimismo, planteó que los residuos sólidos se deberían reducirse desde su origen, mientras que las plantas de transferencia tienen de garantizar la separación de los residuos y su venta.
En tanto los desechos orgánicos podrían ser compostados. “Hoy mismo se hace composta a partir de residuos orgánicos en las tiendas departamentales, no estamos hablando de algo que no se pueda hacer”, finalizó.
