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Lo dicho por Jorge Reyes en su Primer Informe deja en claro el nivel de desinterés con el que Sergio Baños administró Pachuca: gastar más de un millón de pesos en un supuesto crematorio que terminó siendo un “horno de pan” inservible es la muestra más burda de improvisación y despilfarro. Mientras tanto, el panteón municipal se hundía en la saturación y el abandono, sin que al exalcalde pareciera importarle. Hoy, con la inversión en un equipo moderno y funcional, queda en evidencia que lo anterior no fue más que una mala broma convertida en gasto público, cuyos efectos todavía arrastran a la ciudad.
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Ante la consternación y el dolor que ha generado el caso de la menor hallada sin vida en Xochiatipan, resultan valiosas las palabras de Edda Vite, quien recordó la importancia de voltear la mirada a lo más cercano: la familia. Su llamado a estar atentos a lo que ocurre en el hogar y con las personas que rodean a los menores resuena como una invitación a reforzar la unión familiar.
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El arranque de la repavimentación con concreto hidráulico en el bulevar Nuevo Hidalgo ha traído consigo embotellamientos y desvíos que, aunque generan molestias comprensibles entre automovilistas y pasajeros, forman parte de un proceso necesario para mejorar la circulación en una de las zonas más concurridas de Pachuca. Al final, estas incomodidades son temporales y el beneficio de contar con vialidades más seguras y duraderas será permanente.
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Que una agresión física ocurra dentro de la Escuela Normal de la Sierra Hidalguense en horario escolar resulta alarmante, como señalaron en denuncia ciudadana en redes. La situación no solo refleja una grave falta de control institucional, sino que también genera dudas sobre la imparcialidad con la que se atenderá el caso, debido a la relación familiar entre directivos y personal. Lo mínimo que se espera es una investigación transparente y medidas firmes.
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La propuesta presentada en el Congreso de Hidalgo para crear un Programa de Seguridad en los Servicios de Transporte podría ser positiva, pues bien implementada haría una diferencia en la vida diaria de estudiantes y familias. Apostar por recorridos escolares libres de violencia, con operadores capacitados y protocolos claros, no solo brindaría tranquilidad a madres y padres, también reforzaría una cultura de cuidado compartido.
