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El informe regional de Julio Menchaca en Tula destacó inversiones que no se habían visto en años, especialmente en educación e infraestructura. Es alentador escuchar que más de 147 mil estudiantes ya cuentan con útiles, uniformes y hasta calzado, mientras que cientos de escuelas reciben rehabilitación, también que se prepara el saneamiento del Río Tula, un pendiente histórico. Si bien persisten problemas como el huachicol o la contaminación industrial, reconoce su gravedad y se destinan recursos para enfrentarlos.

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Claudio Mercado, actual regidor del Cabildo de Pachuca y conocido también por su trayectoria como líder magisterial, enfrenta críticas por la manera en que ha asumido su doble papel público. Más que resultados en gestión, lo que se le reprocha es la imagen de un político dedicado a presumir trajes, tenis y camionetas, mientras descuida las responsabilidades para las que fue electo. La ciudadanía, que esperaba a un representante comprometido con el magisterio y con la capital hidalguense, ahora lo percibe como alguien que “no tiene llenadera”.

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El dirigente magisterial Said Vargas Sáenz defendió que los docentes que ocupan cargos en ayuntamientos puedan mantener ambas funciones si la ley lo permite. No obstante, su postura deja dudas sobre la conveniencia de dividir la atención entre dos responsabilidades de gran peso: la enseñanza en las aulas y el trabajo en cabildo. Parece poco realista pensar que alguien pueda cumplir al cien por ciento en ambas tareas, y en ese punto la postura de Vargas luce más como una salida cómoda que como una reflexión de fondo.

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El caso de Zempoala muestra cómo la corrupción sigue siendo un mal enquistado en gobiernos municipales: empresarios y comerciantes denuncian pagos de impuestos y permisos que no llegan a las arcas públicas, lo que apunta a un grave desvío de recursos. Más delicado aún son los señalamientos de extorsión contra funcionarios vinculados al alcalde Francisco Sinuhe Ramírez Oviedo, personaje que arrastra antecedentes por malos manejos desde su paso en el magisterio. La situación se agrava con hechos violentos, como el asalto armado a su colaborador cercano, Mahatma Gandhi Hernández Amador.

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Los constantes accidentes en el Corredor de la Montaña son un recordatorio de que manejar no es una carrera, y menos cuando la lluvia convierte el asfalto en una trampa resbaladiza. Vale más perder unos minutos que arriesgar la vida o el vehículo por la prisa. La invitación es simple: bajar la velocidad, mantener la calma y recordar que el camino sigue siendo igual de bello si se recorre con precaución.

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