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Parece que en Epazoyucan la confianza en el presidente municipal Carlos Montaño Rodríguez anda más baja que la asistencia a sus audiencias. Apenas seis personas se animaron a acudir, quizá porque ya saben que pedirle algo es como lanzar una moneda al pozo de los deseos… pero sin agua. Si así están las cosas, no es sorpresa que la ciudadanía prefiera invertir su tiempo en otras gestiones más efectivas, como esperar a que pase el camión de la basura.

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Con números que hablan por sí solos, el gobierno de Julio Menchaca sigue marcando diferencia. En menos de tres años, ha logrado superar los niveles de inversión de sexenios anteriores y colocar a Hidalgo en el mapa del desarrollo económico nacional. Los más de 117 mil millones de pesos invertidos y los más de 157 mil empleos generados son muestra de una gestión que no solo promete, sino que cumple.

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Ante la riña ocurrida frente al bar Mentiras, el alcalde de Pachuca Jorge Reyes tomó cartas en el asunto y ordenó su cierre mientras la Procuraduría investiga. No solo eso, convocó a mesas de trabajo con empresarios del giro nocturno, promoviendo prevención, capacitación y respeto a los derechos humanos. Recordemos que la diversión y la seguridad no tienen por qué estar peleadas… al menos no literalmente.

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Ya parece costumbre que Caasim deje más zanjas que soluciones, y esta vez fue el PAN quien volvió a poner el dedo en la llaga. Durante una conferencia, sus representantes señalaron que las obras inconclusas del organismo no solo representan un riesgo constante para peatones y automovilistas, sino que también arruinan la imagen urbana y los trabajos de pavimentación. A pesar de que el tema se ha reiterado en múltiples ocasiones, la respuesta sigue brillando por su ausencia. Como siempre, son los vecinos quienes deben improvisar señalamientos con llantas y trapos, mientras Caasim… bien, gracias.

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Es urgente ponerle más atención, y presupuesto, a la salud mental en las escuelas, porque no basta con que lleguen psicólogos solo cuando ocurre una tragedia. El reciente caso en la Secundaria General Número 7 de Pachuca deja claro que el bienestar emocional de los estudiantes debe atenderse de forma constante, no solo reactiva. Y no todo recae en las aulas: en casa también se construyen redes de apoyo. Si no hay recursos para tener psicólogos en cada plantel, al menos que no falten estrategias sólidas, coordinación con familias y un compromiso real por parte de todas las instituciones.

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