Para los que no conocen el término ‘fake news’, se trata de un término que significa ‘noticias falsas’. De hecho, el diccionario Collins la nombró como “palabra del año” después de que su uso aumentó en un alto porcentaje desde 2016.
De la misma forma, la Real Academia de la Lengua Española (RAE) la ha establecido el término “posverdad” para referirse a: una distorsión de cierta realidad, que intenta manipular creencias o emociones para influir en la opinión pública.
Las fake news no son tema nuevo, solo que antes se les conocía como: desinformación, mala información o información de dudosa procedencia. La razón por las que las fake news o noticias falsas están de moda en estos años, es porque se ha aumentado su uso en Internet y redes sociales, aunque en muchos casos, yo lo llamaría que aumentó para un mal uso.
Diversas fuentes afirman que la globalización contribuyó a la rápida la difusión de todo tipo de contenidos por todo el mundo en cuestión de segundos, incluso, haciéndolos ‘virales’, pero falsos.
Por ejemplo, en nuestro país, no fue casualidad que en las pasadas campañas electorales para los comicios del 1 de julio, aparecieran noticias falsas de una forma exagerada, entorno a los candidatos y sus partidos políticos. No dudo que pudieron ser generadas por grupos opositores, por oponentes dentro de los mismos grupos que buscaban influir en el voto ciudadano con base en intereses partidistas y personales.
Lo alarmante de estas noticias falsas es que, en algunos casos, nos hemos vuelto parte de esta trampa que tiene diversos fines, como las noticias pagadas, manipulación, chantaje.
Los impostores, algunos por intereses económicos, políticos, sociales, personales o publicitarios, nos brindan una completa distracción ante otros sucesos que en realidad son más graves y que, por supuesto, no quieren que nos enteremos. En esto casos, a las fakes news también se les conoce como: cortina de humo.
Han llegado a jugar con nuestras emociones y sentimientos, ya que intencionalmente se vuelven noticias masivas debido al humor, coraje, enojo, decepción, indignación, desempleo, falta de oportunidades, falta de trabajo, trabajos mal pagados, falta de dinero, injusticias, e incluso el odio que por las mismas o distintas razones hemos llegado a sentir como ciudadanos, como ciudadanos defraudados.
En los últimos meses han aparecido noticias entorno al robo de niños, no solo en nuestro estado, sino en toda la República. Donde se ha tomado justicia por propia mano debido a información falsa, sin la plena certeza de que las fuentes son fidedignas o los sucesos reales y que, encaminados por toda esa ira, se ha actuado de la forma menos recomendada, porque siempre la violencia generará violencia.
Pero no tomamos el tiempo para verificar si lo que se dice realmente es verdadero, confiable, verificando si quien escribe la nota es una persona que cuente con ética profesional intachable o el que la comparte sea una persona honesta, que cuente con la experiencia de compartir solo noticias verídicas, como los conductores de algunos noticieros, así como algunos de los periódicos impresos o digitales, sus reporteros y corresponsales.
Un ejemplo sería lo acontecido en Tula y Metepec, donde se cometieron linchamientos que, con el enojo y estando fuera de sí, pobladores terminaron cometiendo delitos funestos. Y todo por estar mal informados.
Estos son el claro ejemplo de que la mayoría de noticias falsas solo traen tremendas consecuencias, cuando creemos en todo lo que leemos. Es necesario revisar algunos puntos importantes para saber si las noticias son reales (los cuales mencionare en breve) o si son compartidas por intereses personales, por grupos políticos, grupos de oposición, sociales o delictivos. También es necesario considerar que solo quieren desviar nuestra atención de un suceso más importante.
Es una realidad que las fake news han invadido las redes sociales. Ahora podemos deducir algunas de las incógnitas como: ¿de dónde salen estas noticias?, ¿quién y para qué las mandan difundir? y ¿quién es el beneficiado con ellas?
Esto es una invitación para asegurarnos de no compartir información que no sea real. No dejemos que subestimen nuestra inteligencia. Que no nos quieran entretener y que actuemos más despiertos para que no puedan ni nos dejemos engañar ante cualquier publicación.
A continuación mencionaré cómo podemos diferenciar las noticias falsas de las verdaderas:
– Podríamos decir que las noticias falsas suelen seguir un mismo patrón de escritura, que se basa en noticias cortas, con muchos nombres propios y muchos términos calificativos.
– Las noticias falsas suelen presentar títulos llamativos escritos en letras mayúsculas y con signos de exclamación; es decir, si el título es alarmante, afirmativo y casi imposible de creer, será muy probable que la información que contenga sea falsa.
– La mayoría de los sitios de noticias falsas contienen errores ortográficos.
– Consulta otros medios periodísticos; es decir, si ningún otro da la noticia, es posible que sea falsa. Te recomiendo que vayas a los informes periodísticos que con frecuencia consultas, que son de tu confianza, como periódicos impresos, digitales y algunos portales de noticias, reporteros y algún líder de opinión.
– Las noticias falsas suelen contener imágenes o videos que han sido manipulados. Ya que cada día, las herramientas para lograrlo están más a nuestro alcance y no necesitamos ser genios en informática. A veces una foto puede ser auténtica, pero su contenido puede estar totalmente fuera de contexto. Mejor busca siempre de donde proviene la imagen.
– Si lees alguna noticia falsa, las redes sociales cuentan con plataformas para denunciar.
– El orden de las noticias falsas puede resultar totalmente ilógico, ya que maquillan o mienten respecto las fechas de los acontecimientos.
– Puedes checar las fuentes del escritor, reportero o autor de la nota.
– Antes de compartir, reflexiona acerca de lo que lees y comparte solo las que sabes que sí son ciertas.
Necesitamos estar enterados de lo que sucede en nuestro entorno, nuestra ciudad, estado, país; vaya, en todo el mundo. Pero no actuemos como ingenuos. No dejemos que nos vean la cara, que nos quieran tratar como ignorantes.
Tenemos que estar al pendiente de los sucesos, pero con conocimiento de causa. Esto es para todos nosotros, mujeres y hombres de cualquier edad: pongamos más atención, antes de quedar como malos informantes.
Cuando queremos compartir alguna noticia que nos sorprende, mientras más seguro estés, de lo que dices, publicas y compartes, más preparado estarás. Sigue día a día creciendo a tu realización personal. Segura estoy que estás en el camino correcto para ser la mejor versión de ti.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo
