Estimados lectores: para continuar con el tema de cáncer de pulmón, en esta segunda parte hablaremos acerca de algunos tratamientos que existen en la actualidad y les compartiré consejos como medidas de prevención para cáncer de pulmón.

¿QUÉ TRATAMIENTOS EXISTEN PARA EL CÁNCER DE PULMÓN?

Tratamiento en etapa temprana

La cirugía puede ser una alternativa de tratamiento cuando un paciente es diagnosticado con cáncer de pulmón antes de que se disemine a otros órganos del cuerpo. El médico especialista puede retirar del cuerpo la zona del pulmón donde se encuentra el tumor o, si es necesario, todo el pulmón.

Además, algunos pacientes son candidatos a recibir radioterapia o quimioterapia posterior a la cirugía para “destruir” las células cancerígenas restantes.

La quimioterapia es el uso de ciertos medicamentos para destruir las células cancerosas. Por su acción tan fuerte, estos medicamentos circulan por la sangre y eliminan directamente las células que están creciendo en forma activa. Como las células cancerosas crecen a un ritmo acelerado, son más susceptibles a ser destruidas por estos medicamentos. Sin embargo, existe el riesgo de que también las células normales y sanas puedan sufrir un daño y esto explica los efectos no deseados de la quimioterapia.

La radiación de alta energía, como la luz ultravioleta del sol y los rayos X, es conocida como radiación ionizante. Estos tipos de energía se pueden utilizar para destruir las células cancerosas, sin dañar el tejido sano cercano. Más de la mitad de todos los pacientes con cáncer son candidatos a recibir radioterapia en combinación con otros tratamientos.

¿Qué pasa si el cáncer de pulmón está en una etapa avanzada?

Cuando el cáncer de pulmón se “extiende” demasiado, los tratamientos pueden ayudar a los pacientes a vivir más tiempo y a tener una mejor calidad de vida. La radioterapia y la quimioterapia pueden reducir el tamaño de los tumores y ayudar a controlar los síntomas, como el dolor en los huesos o las zonas inflamadas en los pulmones. La quimioterapia suele ser el tratamiento principal para el cáncer de pulmón de células pequeñas.

Nuevos tratamientos en puerta

Recientemente los investigadores han identificado algunos de los cambios que permiten el crecimiento de las células que producen cáncer de pulmón. Gracias a estos hallazgos se han desarrollado nuevos medicamentos para combatir estos cambios. A esta técnica de tratamiento se le ha denominado “terapia dirigida”.

El objetivo de estos tratamientos es impedir el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos que alimentan las células cancerosas. Además se están intentando interrumpir las “señales” que permiten que las células cancerígenas se multipliquen.

La inmunoterapia (también llamada terapia biológica o bioterapia) estimula el sistema de defensa del paciente para combatir algunos casos de cáncer de pulmón. En este caso, se utilizan materiales producidos por el cuerpo o fabricados sintéticamente en un laboratorio para mejorar el sistema de defensa del cuerpo. El objetivo es detener o retardar el crecimiento de las células cancerosas.

HÁBITOS PARA PREVENIR EL CÁNCER DE PULMÓN

Dejar de fumar ayuda

Sugerirle a un paciente que deje de fumar es la intervención más sencilla que un médico puede realizar para mejorar la salud de su paciente. Si usted fuma no es demasiado tarde para realizar cambios saludables. La literatura médica demuestra que los pacientes que dejan de fumar por diez años recuperan el funcionamiento de sus pulmones al mismo grado que una persona que nunca ha fumado.

Humo de “segunda mano” o fumador pasivo

Si bien fumar es la principal causa de cáncer de pulmón, no es el único factor de riesgo. Respirar humo de segunda mano en el hogar o en el trabajo también incrementa el riesgo de padecer cáncer de pulmón. Las personas que están casadas con alguien que fuma tienen entre 20 y 30 por ciento más de probabilidades de contraer cáncer de pulmón que los cónyuges de los no fumadores.

Trabajo peligroso

Algunos trabajos o empleos hacen que el cáncer de pulmón sea más probable. Las personas que trabajan con uranio, arsénico y otros productos químicos deben tratar de limitar su exposición. El asbesto o amianto, que se utiliza en materiales de construcción, productos de fricción, envases, paquetería, revestimientos, entre otros, es una causa conocida de cáncer de pulmón.

Los trabajadores que estuvieron expuestos hace algunos años todavía están en riesgo de padecer cáncer de pulmón. Es importante que si usted se dedica a alguno de estos empleos, utilice una mascarilla de seguridad y protección para sus pulmones.

Gas radón

Este gas natural radiactivo se encuentra en niveles superiores a los normales en algunas partes de México. Se puede encontrar en el suelo, en el agua y en ciertos materiales de construcción. El gas puede acumularse dentro de las casas y aumentar el riesgo de cáncer de pulmón, especialmente en personas que fuman. Es la segunda causa principal de cáncer de pulmón en algunas partes del mundo.

La contaminación del aire

Produce menos casos de cáncer de pulmón que el tabaquismo, pero la contaminación del aire es algo que debe evitarse. Los expertos consideran que la contaminación de los automóviles, las fábricas y las centrales eléctricas puede afectar los pulmones, como lo hace el humo de segunda mano, en particular cuando existe la combinación de dos o más factores de riesgo.

Si tiene alguna duda o pregunta acerca del tema, consulte con su médico cabecera.
 

Dr. Jorge Alejandro Lemus Arias

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