A punto de terminar obras por 8 millones de pesos en el Rastro Municipal, el alcalde Adrián Hernández Alejandri y miembros de la administración pública dieron un recorrido de revisión en el matadero.
Cuatro millones de pesos fueron para la construcción de la planta tratadora de aguas residuales del Rastro Municipal, un requisito que había sido observado por instancias federales de Salubridad.
El resto se invirtió en equipamiento para automatizar la matanza de los animales que terminan en las carnicerías, “con lo cual se han logrado mayores estándares de inocuidad, elevar la productividad al doble y principalmente un mejor servicio público de calidad y calidez”, aseguró personal de la Presidencia.
Con el equipamiento “el animal nunca toca piso”, aseguró el titular de Servicios Públicos, Mario Landín Rivera, lo que “representa total higiene, totalmente diferente al (como se hacía en el) pasado”.
Para el rastro también se compró una báscula digital certificada por la Profeco y un horno crematorio para incinerar los restos de animales sacrificados y cumplir con las normas vigentes de higiene, agregó Landín Rivera.
Por su parte, el alcalde Hernández Alejandri estimó que con los cambios el rastro podría aplicar “para certificación tipo inspección federal (TIF)”.
A la supervisión también asistieron los regidores Alejandra Armas, Juan Pablo Álvarez del PRI y Pedro Enríquez Torres del PRD.
