CDMX.- Octavio Ocaña era uno de los actores que crecieron en Televisa, y aunque su vida privada no era un misterio, pocos conocen su origen y cómo vivía quien diera vida a Benito Rivers en la serie “Vecinos”.
Según algunas biografías del actor, el actor quien estaba a punto de cumplir los 22 años el 7 de noviembre, nació en el año de 1998.
El pequeño se dio a conocer gracias al programa “En Familia con Chabelo” en una de las secciones de “Chiquillos y Chiquillas”, pero fue hasta 2005 cuando tenía 7 años cuando su vida cambió al ser parte de la serie “Vecinos” donde daría vida al pequeño Benito Rivers, hijo de Frankie Rivers, un productor en busca del papel de su vida con su proyecto “La toalla del mojado”.
Ese personaje lo marcó en toda su vida, pues en las calles, la gente le hablaba por Benito y no por Octavio.
Para el 2007, el pequeño participó en el melodrama “Lola, érase una vez”, con roles importantes como Otto Von Ferdinand”, fue su primera participación con Eiza González y Aarón Díaz.
Después, entró al cine con la película “Amor por letra” al lado de Silvia Navarro, Alan Estrada, Rafael Amaya, entre otros.
Después, probó suerte en otro proyecto al lado de Adrián Uribe y Julio Bracho, llamada “Hermanos y Detectives”.
Octavio amante del futbol
Casi convirtiéndose en un adolescente, Octavio decidió darte un “break” y dedicarse a la escuela, además de probar suerte en el futbol.
Para 2017, regresa a “Vecinos” en lo que parecía el final con “La Separación”.
Después en 2020, participó en “Te doy la vida”, junto a José Ron, Eva Cedeño y César Evora. Para 2020, realización una aparición especial en “La mexicana y el güero”.
En 2008 fue reconocido como mejor actor infantil, por la telenovela “Lola, érase una vez”. Participó en teatro y tuvo su estrella en el Paseo de Las Estrellas.
Fan del Cruz Azul
Fiel amante del futbol, Octavio siempre mostró su afición por el equipo Cruz Azul, las camionetas, motos y viajar por pueblitos, el box y sobre todo estar con sus amigos
Siempre fue criticado por el aspecto de su nariz, pero eso no le importó para llevar una vida plena; aunque en ocasiones respondió a los señalamientos.
Su vida era la de cualquier joven que trabajaba en la televisión: entrevistas, autógrafos, pero intentó llevarla a la par de su vida privada.
Octavio falleció en Cuautitlán Izcalli en el Estado de México, víctima de un impacto de bala.
