Lindsay Lohan considera la rehabilitación una pérdida de tiempo, cuando, a su juicio, ella no es una adicta, según dijo en entrevista al Daily Mail.
La estrella, quien ingresó el pasado viernes a la clínica Betty Ford, en California, para cumplir con los 90 días de tratamiento que le dictó un juez, afirmó que los medios hacen escándalo de algo sin sentido.
“No creo que necesite estar encerrada por tres meses. No pienso que eso sea rehabilitación. La Corte me lo ha ordenado seis veces.
“Podría escribir un libro sobre la rehabilitación. Enviarme ahí constantemente no tiene sentido. Las primeras veces que la Corte me ordenó rehabilitación fue como una broma, como un pérdida de tiempo”, expresó en entrevista con Piers Morgan.
Acerca del rumbo que ha tomado su vida, Lohan dijo “creo que las cosas pasan por una razón, vivo sin arrepentimientos. Hay ciertas cosas que he hecho, errores que cometí, que cambiaría, pero no los lamento todos, porque he aprendido de ellos”.
Sobre la fama y su carrera, considera que la primera es adictiva y que es la persona más feliz cuando está en el set, porque eso sí lo considera como una terapia.
Éxtasis sí, cocaína no
La estrella dijo que no ha tomado ninguna droga en un año pero admitió que ha consumido la mariguana y éxtasis, pero no de manera recurrente.
“Eso me gusta más que las otras. No lo mezclé con alcohol, sólo era para relajarme”, dijo.
Sobre la cocaína, confesó que la ha probado, pero no es de su agrado.
“No me gusta, me recuerda a mi papá. La tomé cuatro o cinco veces, entre los 20 y los 23 años, y me cacharon dos veces.
“Tampoco he probado la heroína, ni me he inyectado con algo hecho con LSD. Todas esas cosas me asustan”, reveló la joven de 26 años.
Acerca del alcohol, Lohan señaló que nunca ha sido una gran bebedora, a lo que Morgan la cuestionó de entonces por qué necesitaría rehabilitación.
“Es lo más difícil de explicar. No creo que haya nada de malo en la gente que se toma un tiempo para ser ella misma… No creo necesitar un encierro de tres meses, no creo que eso sea rehabilitación”, explicó.
Sobre Heath y Samantha
Lilo también habló sobre Heath Ledger, con quien estaba en contacto en la época en la que él falleció.
Explicó que el actor le aconsejó dejar el alcohol por un año, y lo hizo, por lo que puede dejar de beber cuando quiera.
Cuando le preguntaron sobre su sexualidad, Lohan respondió que le gustan los hombres y adora tener relaciones con ellos. Sobre su romance con la DJ Samantha Ronson, explicó que no la dejaba porque no quería estar sola, pero que fue algo muy tóxico. Sin embargo, aún la quiere como persona.
La pelirroja cree que su tiempo podría ser mejor aprovechado de otra manera para cumplir con la justicia.
“Todo mundo cree que soy una loca adicta a las drogas que llega tarde a todos lados y se comporta muy mal, pero no lo soy.
“Pienso que hay otras cosas que yo podría hacer en lugar de eso (la rehabilitación). Lo mejor que podrían hacer sería hacerme ir al extranjero, a diferentes países, y trabajar con niños”, aseguró.
Ruega cambio de centro médico
En su primer fin de semana de rehabilitación, Lindsay Lohan ya no quiere estar internada en el centro Betty Ford, pues lo considera un lugar poco confortable.
Una fuente cercana a la artista declaró al portal Radar Online que la ex estrella de Disney ha rogado a sus allegados que busquen otras alternativas para seguir con sus terapias.
“Lindsay está prácticamente rogando que la muevan de Betty Ford. Se la ha pasado quejándose con todo mundo y pidiendo que la escuchen, porque no quiere estar ahí, dice que no es el mejor lugar para ella”, dijo el informante.
Originalmente la actriz iba a ingresar al centro Morningside Recovery, pero tan sólo dos minutos después de haber llegado al lugar decidió, junto con su abogado Mark Heller, dirigirse a Betty Ford.
Lohan deberá cumplir con 90 días de rehabilitación obligatoria luego de que se le encontrara culpable por conducir en estado de ebriedad en 2012 y haber provocado un accidente vial.
