Jalisco.- El líder de “Los Zetas”, Moisés Escamilla May, quien cumplía una condena en el penal federal de Puente Grande tras la decapitación de 12 personas en Cancún, Quintana Roo, murió luego de dar positivo a la prueba del coronavirus (Covid-19).

El pasado 6 de mayo, Moisés, de 45 años, ingresó al área médica de la cárcel debido a problemas respiratorios, falleció dos días después, no padecía otra enfermedad, de acuerdo con las autoridades.

Hasta el sábado, la Secretaría de Salud de Jalisco reportó que había un total de 74 casos positivos de Covid-19 en el penal de Puente Grande, la mayoría de ellos han sido asintomáticos, por lo que no han requerido una mayor atención médica.

El sentenciado tenía 45 años y no padecía enfermedades que comprometieran su sistema inmunológico, sin embargo tenía sobrepeso. 

Hasta el momento dos internos ya han dado resultados negativos al coronavirus luego de 21 días de aislamiento.

Gordo May llevaba recluido 11 años y 5 meses y el deceso fue confirmado por el Servicio Médico Forense (Semefo). 

Era considerado un interno de alta peligrosidad. El juez Tercero de Distrito en materia Penal de la entidad le dictó una sentencia de 37 años al encontrarlo culpable de delincuencia organizada, portación de armas de fuego de uso exclusivo del ejército, y por su responsabilidad en la decapitación de 12 personas.

Jalisco fue de los primeros estados en adoptar medidas drásticas para cuidar de sus habitantes. Por ejemplo, en el penal ya estaban prohibidas las visitas familiares desde antes que se declarara la Fase 2 de la contingencia.

Con información de La Saga e Infoabe

MDHT

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