La mayoría de las calles de la colonia León II amanecieron ayer con las banquetas mojadas, luego de que los vecinos dejaran las llaves abiertas tras quedarse sin agua tres días.
“Ya tenemos una semana que casi no sale agua, llega a las 10 de la mañana y se va a la una de la tarde, luego regresa como de 8 a 10 de la noche, pero desde el Día del Niño a la hora que la quitaron ya no la pusieron hasta hoy (jueves)”, aseguró Angélica Hernández, de 27 años, vecina de la calle Manuel López Mercado.
Personal de Comunicación Social del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (SAPAL) informó que una fuga en la tubería que abastece a la colonia fue lo que ocasionó la dosificación del agua durante las reparaciones y el corte hace tres días cuando finalizaron la reparación.
“Hace una semana se tuvo conocimiento de una tubería dañada (en la colonia León II), se inició la reparación y se dosificó el agua y hace tres días aproximadamente se cortó para terminar las labores y reconectar la falla, eso causó que el agua que bajaba a las casas tardara en regresar, y esperamos que entre hoy (jueves) los vecinos ya tengan agua”, indicó personal de dependencia.
‘No había ni para bañarse’
Desde el sábado pasado, la fuga dejó sin agua a las amas de casa que desde el martes 23 de abril notaron que a las 10 de la mañana se terminó el agua.
“Solamente dejó de salir y ya, luego la ponían en la noche como a las 8 de la noche y hasta las 10, después por las mañanas de 10 de la mañana a una de la tarde”, comentó Leticia Gómez, de 21 años, vecina del bulevar Mariano Escobedo.
La dosificación duró ocho días, después se quedaron sin agua tres días, aseguraron al menos 10 vecinos de las calles Manuel López Mercado, Josefina Camarena, Martín Muñoz y el bulevar Mariano Escobedo.
En los últimos días, la página en internet que registra el clima en León marcó, como temperatura más alta, 33 grados centígrados.
“Con este calor que hace y uno sin agua para bañarse y refrescarse poquito, se siente mal, hay niños que sí se deshidrataron que sus papás los llevaron al doctor”, dijo María Juana Dávila Torres, de 62 años, al tiempo que regaba sus plantas que tenían la tierra seca.

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