A menos de 13 meses de rendir protesta como gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo se separó temporalmente del cargo ayer al argumentar problemas de salud.

Retención de líquidos, presuntamente provocada por una cirugía de hernia en octubre pasado, mantenía al priísta bajo vigilancia médica en la Ciudad de México desde el 27 de febrero y hasta ayer.

A las 9 de la mañana, el secretario general de Gobierno, Jesús Reyna García, anunció la separación y que asumió las funciones de encargado del despacho del Ejecutivo, como lo marca la Constitución estatal.

“En unos días más, él podrá reincorporarse con plenitud de salud para cumplir con sus funciones (…) creemos que no será más de ocho días”, dijo.

En conferencia de prensa, el funcionario estuvo acompañado por el jefe de la oficina de gobierno, Guillermo Guzmán; el vocero estatal, Julio Hernández, y el secretario de Salud, Rafael Díaz.

Díaz comentó que Vallejo fue sometido en octubre a una cirugía por una hernia en el costado derecho, comenzó a retener líquidos en las piernas y que el problema podría ser metabólico, pero pidió esperar el resultado de los estudios.

 “Se ha especulado que tuvo un infarto, que no ha salido del infarto; ha habido muchas especulaciones (…), pero no hay ninguna cuestión grave”, sostuvo Jesús Reyna.

En la campaña electoral de 2011, Fausto Vallejo descuidó una faringitis y el 30 de septiembre de 2012 sufrió en una ceremonia pública un acceso de tos que lo hizo requerir auxilio momentáneo.

Exigen claridad

El jefe de la diputación federal del PRD, Silvano Aureoles, consideró que la separación temporal de Fausto Vallejo del Gobierno de Michoacán puede generar un vacío de autoridad en un Estado azotado por inseguridad y narcotráfico.

Aureoles, quien perdió en la elección de Gobernador en 2011 frente a Vallejo, solicitó claridad en la información sobre el estado de salud del priísta.

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