Marta, José Luis y Edgar celebraron su Día del Niño, como nunca antes lo habían hecho, comiendo pizza.
Ellos forman parte del grupo de regularización de la Asociación Pro Niño Leonés A.C., con una sonrisa estampada en el rostro y un contundente ¡gracias!, tomaron su plato y se regresaron al salón, a disfrutar lo que para ellos es un manjar.
Ellos junto a 300 niños más, tuvieron motivos para celebrar su día, acompañados con regalos, pastel y un desayuno que pocos conocían.
La Asociación Pro Niño Leonés A.C., recibió la donación del restaurante Argentilia del desayuno, mismo que fueron a prepararles al patio de la escuela. Philippe Defayes coordinó las entregas.
El patio adornado con globos anticipó una fiesta, los pequeños con la libreta y el lápiz no avanzaban en el trabajo que la maestra Juana Bueno les encargaba, antes de salir a ser parte de su fiesta.
Al fondo del salón, José Luis luchaba contra su ansiedad, contra la energía guardada de ir al patio y tomar sus regalos.
“Es muy inquieto, pero ahora está muy ansioso por la fiesta”, refería la maestra al tiempo que le revisaba el trabajo al resto de sus compañeros.
Este grupo, integra a pequeños que en medio de una nube de problemas, tienen ganas de sonreír, de disfrutar un 30 de abril.
En el salón hay 30 bancas, seis de ellas ocupadas por niños que oficialmente no existen, no tienen papeles oficiales, no están registrados, ni bautizados, sólo tienen el nombre que sus padres les quisieron poner, pero sin ninguna formalidad.
También está Edgar, él tiene 11 años, no conoce las letras, batalla para armar una plana con las vocales, pero la intención de divertirse no es menor.
Afuera el horno está caliente, la pasta pasa por la estación del queso mozarella, las rodajas de peperoni pasan de un lado a otro. El aroma inquieta hasta a los albañiles que trabajan a un costado del edificio.
La necesidad quedó atrás por ese momento. Ni se acuerdan que en cada colchón, de las trescientas familias atendidas en Pro Niño Leonés, duermen en promedio cuatro personas. El cansancio quedó atrás, es el momento de celebrar.
Cinco de los alumnos más grandes colaboran con la organización, José Armando Ugarte Ochoa es el más grande, de talla y de apetito.
Pasa con las cajas de los juguitos por un lado de los hornos, los acomoda y le “echa un ojo” a los pasteles, esboza una sonrisa de satisfacción, sabe que tras la pizza, vendrá el pastel y luego la pelota. Después toda la tarde a jugar con sus hermanos, como todas las tardes, pero ahora, con una pelota, el primer juguete que recibirá desde el año anterior, a él no le traen regalo los Reyes Magos.
El ir y venir de las filas en el patio, los seis cocineros, tres voluntarias y los maestros se suman al trajín del Día del Niño.
En muchos lugares, el día que más importan los pequeños, es este, la importancia de los pequeños de los hogares de al menos ocho colonias de la periferia, es todos los días. Aquí encuentran una forma de vivir, de comer y de crecer diferente a la de muchos, que comparten con ellos las polvorientas calles de Las Joyas.

Invitan a ayudar
Trescientas familias forman parte de los beneficiarios de la Asociación Pro Niño Leonés A.C., aunque un equipo multidisciplinario trabaja arduo para impulsar su desarrollo, hay carencias.
Luz Marcela Vera Aceves, es la Presidenta del Consejo de la asociación, durante más de 46 años se ha interesado porque la niñez de la ciudad, tenga la posibilidad de cambiar su realidad.
“Estas carencias son reales, las ayudas son importantes, pero nos hacen falta muchas cosas, aquí en la escuela tratamos de darles a los niños un desayuno que les nutra, en los rostros de los pequeños lucen las manchas, todo es nutrición y lamentablemente en sus casas no hay forma de impulsarlos”, comentó la presidenta del Patronato.
Dulce tiene siete años, se acercó a darle las gracias por el impulso que significa para ella y sus hermanos, tres de los cinco están en esta escuela.
¿Te gusta la pizza?
“No la había probado”, respondió la pequeña quien comienza a manejar sus primeras letras en el salón de clases.
Parte de los esfuerzos de la asociación, es ayudar al desarrollo de sus familias, “cada mes les hacemos un bazar aquí para ayudarlos, aceptamos donaciones de muebles, de ropa, de zapatos, de artículos del hogar que les van a servir mucho, tenemos muchas necesidades como sociedad y una de ellas es impulsar a estos pequeños, necesitamos mucha ayuda y esperamos que nos impulsen”.
La asociación tiene su espacio en Las Joyas, junto a la caseta de policía, ahí todos los días se les ofrece desayuno a 130 niños, el mismo número de familias detectadas con pobreza extrema.
“Las condiciones son muchas, hogares disfuncionales, padres ausentes, madres solteras, sin nivel educativo, por eso estamos acá, para ayudar y requerimos del apoyo de toda la sociedad leonesa, estos pequeños viven una pobreza terrible a sólo 15 minutos de las mejores colonias de León”, comentó Luz Marcela Vera Aceves.

Para alguna donación:
Balcón de los Ruiseñores 206.
Col. Balcones de la Joya.
León Gto.
Tel. (477)198-3171

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